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María Félix: más de 100 años siendo un ícono de moda

(Keystone-France/Gamma-Keystone via Getty Images)

María Félix, más allá de una leyenda hispanoamericana de cine, es un ícono de moda que toma auge de nuevo y mostramos por qué.

María Félix es más que una diva reinventada en frases pop; es un ícono de moda que sigue en un 2021 plagado de normatividad digital, siendo único a su manera. María Félix: más de 100 años siendo un ícono de moda.

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De hecho, su altivez sigue siendo tan transgresora, sus acciones tan únicas en una época en la que muchas mujeres, al menos en Latinoamérica, siguen siendo tan oprimidas, que ella sigue siendo de la pocas que han hecho lo que se les da la gana.

María Félix: más de 100 años siendo un ícono de moda

Todo, con ese aire de glamour que tanto ofendió a los reporteros que trataron de importunarla y a los que despachaba con frases épicas.

Sus joyas de Cartier, sus vestidos de YSL y otros modistos franceses, sus sombreros, su tabaco, su poncho.

Y sobre todo, suscejas arqueadas y labial rojo crearon a la primera diva cinematográfica latinoamericana. O a una de las dos, junto a Dolores del Río.

María Félix: más de 100 años siendo un ícono de moda

María Félix solo necesitó hacer de sí misma y por eso sigue siendo inmortal. Y como ícono, ha vuelto a la vigencia debido a la popularidad que ha tomado en Internet.

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Metro le preguntó al coolhunter, docente e investigador de moda Gustavo Prado, fundador de Trendomx, sobre su resurgimiento.

Durante muchos años, María Félix fue un ícono de moda por sí mismo. Esto, gracias a su joyería y al estilo último que adoptó en su vejez, con sus sombreros, por ejemplo. ¿Por qué se redescubre hasta ahora?

—María tuvo mucha suerte de llegar irrumpir en el medio después de los 30, pero estar antes de los 60.

Marlene Dietrich y Greta Garbo ya habían subvertido las nociones tradicionales de género y hasta donde ‘podía’ llegar una mujer: literalmente se pusieron los pantalones. Pero en México fue hasta 1943 que con ‘Doña Bárbara’, María Félix encontró uno de los reflejos que la seguirán toda su vida.

En las décadas sucesivas fue un personaje común, cotidiano, eso que
llaman en inglés un ‘house hold name’.

Artículos en la revista Life, ocasionales películas, que para los setenta se convierten en legendarios anuncios de Clairol en los que incitaba a las mujeres diciendo ‘porque YO LO VALGO’.

O el de la primera tarjeta de crédito ‘Carnet’.

Para coronar en los 90’s, en 1996 con una legendaria entrevista con Verónica Castro: hasta la vendían en los puestos piratas en VHS de dudosa calidad.
Si en sus muchas vidas, tuvo un lugar en el Olimpo de los actores mexicanos, un pedestal dirigido por personajes como Jean Cocteau y Jean Renoir.

En su eventual edad avanzada, ya era un sinónimo de México, tanto como Octavio Paz, como Monsiváis. O hasta tanto como los
personajes revolucionarios que encarnaba y en los que acabó siendo la encarnación de muchos sabores, de muchos sonidos de los que sabe y suena México.

Millennials y Zetas la descubren, pero ella nunca se había ido: dejó perfectamente amoldada su figura en lo que ahora son los feminismos. Esto, en un sentido del humor y una identidad que ahora nos suenan
demasiado a 2020s.

María ya tenía un espacio en la cultura pop con sus frases y ya se ha tomado las redes sociales. ¿Cómo fue que llegó a hacerse tan popular?

—Sus frases, sus citas. Cortas eficientes, sorprendentes de ceja alzada y lengua que da un chasquido en el paladar.

Eran el tipo de inteligencia rápida que caracterizaba a Oscar Wilde,
pero que ahora de manera automática son el vehículo del meme.

Respuesta perfecta a impertinentes. Ella ahí convive con otro ícono, Sor Juana, en la construcción de esa feminidad indomable. Y así de compartida en compartida, acabó por generar una masa crítica que la descubrió en YouTube, pero la compartió en millones.

Quién sabe si tantos verán sus películas completas, pero su rostro imposible de repetir en el siglo XXI cautiva lo suficiente para que baste con verlo den ganas de oírla en corto y se quede en una memoria permanente.

¿Qué aporta María Félix si hablamos de estrellas latinas, que estas no tengan ya o que se inspiren en ella? ¿Habrá otra estrella latina como María Félix?

—Después de María Félix, tal vez en el siguiente escalón viniera Salma Hayek, que sigue muy de cerca los pasos de María, —una casada con Berger, la otra con Pinalult—, ambas son mexicanas de alcance universal.

Pero tal vez a Salma le falta el haber hecho más películas, sin importar si son buenas o malas, porque la fama de las redes escribe en un medio más suave lo que las películas de antaño escribían en granito y mármol de la memoria cultural.

Con el tiempo, esta generación encontrará sus propios vientos de trascendencia, pero por ahora se antoja un poco débil la misma construcción de identidades, pero no de íconos.

Apenas son los 20’s y Eiza Gónzalez ya apareció algunos minutos entre Godzilla y King Kong y de la mano de Chalamet. Para que ella se convierta también en monstruo, el siglo es aún muy temprano.

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