El 2020 está por terminar pero el Covid-19 sigue extendiéndose por todo el mundo. En muchos países se han tenido que retomar estrictas medidas de seguridad para frenar la nueva oleada de contagios que se está suscitando debido a las fiestas decembrinas sin embargo, parece no ser suficiente.
PUBLICIDAD
Ahora que se ha puesto en marcha un plan de vacunación, liderada por Pfizer, ha surgido una esperanza en la población sobre el fin de la pandemia. Esto ha hecho que muchos bajen la guardia y aún con las restricciones y advertencias por parte de las autoridades salud y gubernamentales en todo el mundo, muchos siguen con sus planes de reunirse para celebrar las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
La realidad es esta: reunirse con amigos o familiares en masa sigue siendo un riesgo de salud para todos.
Aún hay altas probabilidades de contagiar y de enfermar de gravedad si no se toman las medidas pertinentes, sin mencionar que en muchas regiones el sector salud está siendo rebasado por la cantidad de enfermos que hay.
Ni siquiera en países como Nueva Zelanda, Japón, Taiwán o Corea del Sur, que ocupan los primeros lugares en cuanto al mejor manejo de la pandemia, según la encuesta Bloomerg, es seguro reunirse.
«Puede ser muy tentador querer seguir las tradiciones familiares, que incluyen viajar, reunirse con varios familiares y amigos y disfrutar del tiempo cara a cara con personas que no hemos visto en mucho tiempo”, reveló la doctora Teresa Murray Amato, presidente de medicina de emergencia en Long Island Jewish Forest Hills en Queens, Nueva York, dijo a Healthline. «Sin embargo, estas actividades son motivo de preocupación este año porque podrían conducir a una propagación más rápida del virus COVID-19».
Entre la fatiga pública, las celebraciones navideñas y los estados que mantienen abiertos los espacios interiores riesgosos como restaurantes y bares, el número de muertos podría superar el máximo de muertes por día.
Hacerse pruebas y que el resultado sea negativo tampoco debe ser una excusa para hacer fiestas o salir sin cubrebocas.
Debido al riesgo falsos negativos de la prueba, es que una prueba de COVID-19 no es suficiente para asegurarse de que una persona está realmente libre del virus. Aún teniendo un resultado negativo fidedigno, puede seguir habiendo probabilidades de contagio camino a la reunión o dentro de la misma.
PUBLICIDAD
Haber enfermado y superado la enfermedad tampoco garantiza no volver a contagiarse. Aún se están realizando estudios sobre el tiempo de inmunidad del cuerpo tras haber contraído COVID-19 por lo que no se debe bajar la guardia.
Aún si tenemos una reunión navideña pequeña, todos debemos tratar de usar el cubrebocas siempre que sea posible cuando estamos en el interior con nuestros seres queridos. Ahora hay buena evidencia de que las máscaras reducen la propagación del coronavirus de una persona infectada a otras.
Mantener la distancia física con los miembros de otros hogares reduce enormemente el riesgo de propagación del virus. Ya sea sentado en cualquier extremo de la mesa del comedor, en sofás separados o incluso en diferentes habitaciones.
La única forma de estar seguros es celebrando cada quien en su casa, con las personas que habitan en ella.
Todos sabemos lo cálida y concurrida que puede ser una Navidad familiar. Quizá este año se sienta diferente por la cancelación de grandes fiestas pero no hay mayor prueba de amor que mantener la distancia. No queremos poner en riesgo a nuestros seres queridos que son más vulnerables. Tampoco podemos pensar que lo que hagamos «no afectará» a nuestros vecinos o comunidades cercanas. Sí, este año ha sido un golpe duro para muchos en todos los sentidos pero si seguimos tomando el virus a la ligera, las repercusiones serán mayores en los próximos meses.
Lo que hoy tenemos puede ser la solución de mañana siempre y cuando sigamos acatando las medidas de prevención como lo es el lavado de manos, el distanciamiento social y el uso de cubrebocas. Esto también permitirá hacer tiempo para incorporar nuevas tecnologías y conocimientos y así llegar a la solución definitiva.
Más de este tema
Por qué la llegada de la vacuna del COVID-19 no es excusa para dejar de cuidarnos
Científicos predicen que la vida volverá a la ‘normalidad’ hasta mediados del 2021
La negación a usar cubrebocas revela un desorden de personalidad, según expertos
Te recomendamos en video