Los roscos de vino son una receta española muy típica.
Se sirven mucho en los postres o en festivos. Te damos los tips de cómo hacerlos tú misma de la web recetasderechupete.
Ingredientes (para 10 personas)
- 300 gr. harina de trigo normal
- 40 gr. sésamo tostado
- 70 gr. azúcar molido o azúcar glass
- 100 gr. manteca de cerdo
- 1 cuharadita. de granos de anís
- 120 gr. vino dulce, tipo moscatel
- La ralladura de 1 naranja
- Azúcar glass o molido para decorar
Preparación
- Comienza, tostando la harina. Ponla en una sartén ancha al fuego. Con una cuchara de madera ve removiendo a medida que la harina se va tostando. Regula la temperatura y remuévela constantemente para evitar que se queme. Este paso nos llevará unos 10-15 minutos. Retiramos la sartén del fuego y la dejamos que se enfríe antes de utilizarla.
- Cuando la harina esté fría ponla en un bowl tamizándola. Es imprescindible el tamizado ya que si no le quedarán unos grumos duros producto del tostado. Añade el azúcar, el anís y la ralladura de naranja. Mezcla para integrar los ingredientes.
- Luego, incorpora la manteca de cerdo que ha de estar a temperatura ambiente, blandita para poder trabajarla y el vino. Con un tenedor ve incorporando los ingredientes hasta que nos queden unas migas mojaditas. Con la mano compacta la masa y formamos una bola.
- Después pon la masa sobre un papel de horno sobre la superficie de trabajo y la achatamos. Tapa con un nuevo papel de horno y, con un rodillo, estiram hasta que tenga un espesor de 1 a 1,5 cm. Es una masa de textura bastante arenosa, por eso es necesario que compactes la masa por los bordes para apretarla, a medida que la vas estirando.
- Con un cortapastas grande y uno pequeño, forma los roscos de vino. Ve depositándolos sobre la fuente de horno directamente, sin necesidad de engrasarla.
Horneado
- Precalienta el horno a 180º C 10 minutos antes de hornear los roscos.
- Hornea los roscos de vino, con calor por arriba y por abajo, sin ventilador, durante unos 14 minutos.
- Cuando veas que están doraditos, con cuidado pasamos los roscos a una rejilla, una vez horneados y cuando estén aun templados los rebozamos en azúcar glass o azúcar molido.
- Este azúcar glas es lo que les da ese característico aspecto nevado. Recuerda que puedes conservar perfectamente tus roscos en un tarro hermético durante unos días en lugar fresco y seco.
¡Listos! Solo te queda disfrutarlos. Ideal si los mojas con leche.