La “estrella” de la cocina italiana es la pasta. Paradójicamente, a esta comida también se le conoce como el “plato pobre” por la sencillez de sus ingredientes y los pocos que se usan para hacer un platillo extraordinario lleno de aroma y sabor.
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Ahora, la pasta italiana no usa muchos condimentos, se trata más bien de cocinar con ingredientes naturales que se mezclen perfectamente con la comida que se prepare, dándole así la sencillez que caracteriza a esta cocina.
En la actualidad, la pasta es una de las bases de la dieta mediterránea, y está considerada como uno de los alimentos más equilibrados y saludables que existen.
Pero, para elaborar un auténtico y perfecto plato de pasta, respetando el producto y las claves de preparación, son necesarias algunas reglas y trucos que lo convertirán en un plato estrella.
Los secretos de la preparación
Te presentamos los mejores trucos y técnicas para sacarle el mayor partido a la pasta y preparar este alimento como todo un chef experto:
– Este dato es muy importante. La pasta debe cocerse en una olla grande con bordes altos.
– Los utensilios que se utilicen para cocer la pasta son muy importantes, para que la pasta pueda moverse con libertad.
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– Para cocinar la pasta a la perfección debes cocerla en suficiente agua. Necesitas 1 litro de agua por cada 100 gramos de pasta.
– Una vez que el agua esté hirviendo, debes añadir sal gorda y seguidamente, la pasta elegida. No es necesario añadir aceite o mantequilla al cocer la pasta.
– La pasta debe removerse de vez en cuando con una cuchara de madera durante la cocción para que no se pegue y probarla para asegurar que quede al dente.
– Otro tips muy útil es que el tiempo de cocción de la pasta suele oscilar entre 8-10 minutos, dependiendo del tipo de pasta.
– Una vez cocida la pasta de tu preferencia, se aconseja no dejarla reposar mucho tiempo ni añadir agua fría. Simplemente debe escurrirse y guardar un poco de agua caliente para añadir a la salsa y remover.
– Jamás se deben mezclar demasiados ingredientes al preparar pasta, añadiendo como máximo 7 u 8 ingredientes para que los sabores queden limpios y no sobrecargados.
– Si has cocinado demasiada pasta y quieres que se conserve perfecta para consumirla al día siguiente, colócala sobre una fuente de cristal, loza o porcelana, añade un toque de aceite de oliva y tapa. Después llévala al frigorífico.
– No todas las elaboraciones de pasta admiten queso. Por lo general, se utiliza para completar el sabor de salsas con verduras, carne, huevo. Según la tradición italiana, las que llevan marisco o pescado no deben aderezarse con este producto lácteo.
– Después de escurrir la pasta, puedes volver a colocarla en la olla caliente (sin agua) y añadirle un poco de mantequilla mientras la remueves con una cuchara de madera para que se funda. Esta simple técnica o truco hará que tanto la textura de la pasta como su sabor mejoren notablemente.
La salsa ideal
La salsa es clave para darle sabor y textura a la pasta. La lista de opciones es larga y extensa, pero su colocación en el plato también tiene ciertas reglas y recomendaciones que acá te revelamos:
– La pasta larga (como los espaguetis o los tallarines) combina a la perfección con salsas homogéneas y de textura ligera que se le adhieran bien. La intensidad de éstas dependerá del grosor de la pasta.
– La pasta para rellenar u hornear (lasagna y canelones), tal vez, la más versátil de todas, va bien con salsas elaboradas a base de hierbas y especias, si son frescas.
– La pasta corta (penne, espirales o lazos) se suele servir con salsas más espesas y contundentes, para que sus recovecos y pliegues se impregnen bien.
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