La Diputación Permanente del Congreso de Tamaulipas aprobó reformas a la Ley de Protección Animal para prohibir mutilaciones a perros y otros animales, así como las extirpaciones de uñas y dientes y la sección de cuerdas vocales por cuestiones estéticas o cualquier fin no médico.
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De acuerdo con Pilar Gómez, diputada local del estado, las modificaciones a la ley de Protección Animal de Tamaulipas. “Quedan prohibidas las mutilaciones animales, cuyo objeto sea modificar su apariencia o conseguir un fin no médico. Particularmente queda prohibido el corte de la cola, el corte de las orejas, la sección de las cuerdas vocales, así como la extirpación de uñas y dientes”, indicó.
Las únicas dos excepciones incluyen cuando se busque el bienestar del animal y cuando se intente impedir la reproducción.
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Esto sin duda es un gran avance en la lucha contra la crueldad hacia los animales ya que no solo es aborrecible sino que a menudo es una puerta de entrada a la violencia contra adultos y niños.
Cortar las orejas y la cola en los perros se ha convertido en una práctica común que ignora que se trata de un procedimiento inhumano que no tiene otro propósito que cambiar la apariencia de las mascotas para que se vean «más bonitas» o «feroces». Pero hay que decirlo con todas las letras: Esto es una mutilación forzada.
A pesar de lo normalizada que está, es una práctica ilegal en muchos países de Europa y aún no ha sido prohibida en los Estados Unidos ni en muchos países de Latinoamérica o Asia. Lo terrible es que no sólo hay personas crueles que lo hacen con medios propios sino también veterinarios autorizados.
Muchas personas consideran que son prácticas inofensivas pues piensan que los animales no sienten o «no se dan cuenta» pero pueden causar un daño significativo.
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De acuerdo con el World Animal Rescue, el recorte de orejas, por ejemplo es un proceso en el que las orejas de ciertas razas se transforman para lucir alerta y erectas. El proceso solo puede ser realizado por un veterinario con licencia y sólo si el dueño se dedica al postoperatorio de la mascota con el cuidado posterior que sea necesario.
Generalmente se realiza cuando el cachorro tiene entre 8 y 10 semanas de edad. Este procedimiento siempre se realiza con anestesia general, ya que ambos oídos tienen muchas terminaciones nerviosas, y sin ella el perro tendría un dolor extremo.
El corte de orejas se ha visto empañado por mitos como la prevención de infecciones de oído, ser un procedimiento estándar para ciertas razas o incluso ser como esterilizar o castrar.
Por otro lado, es una responsabilidad moral denunciar cualquier caso de abuso, negligencia o crueldad contra un animal, a la policía local o a quien sea responsable de las investigaciones de crueldad dentro de la comunidad.