Aunque sepamos darle uso al pan duro y no se pierda porque lo utilizas en varias receta, no hay nada más rico que comerse un pan fresco.
Según el diario ABC, la clave está en que no pierda humedad, ya que ésta es la que mantiene a tu pancito con textura suave y esponjosa.
Así que no te puedes perder estos tips para poder disfrutar de tu pan como si fuera el primer día.
1. Escoge correctamente
Asegúrate de elegir un pan recién hecho en el momento en que llegues a la panadería, ya que si tiene más de un día, será imposible conservarlo en buen estado por mucho tiempo.
Toma en cuenta que el pan elaborado con algún tipo de grasa, como mantequilla o aceite, durará más tiempo fresco.
2. Déjalo enfriar
Según el portal directo al paladar, si fuiste por pan temprano en la mañana, pero te lo comerás hasta la noche, lo ideal es que lo dejes al aire hasta que se haya enfriado.
Si guardas pan recién horneado en una bolsa, el calor lo humedecerá, se arruinará y podrás olvidarte de tu pancito con leche para cenar.
3. Elige lo que te comerás
Si compraste pan de caja, corta las rebanadas exactas que te comerás, ya que el pan cortado se seca mucho más rápido.
Lo mismo sucede con el pan dulce, procura comerte tus piezas enteras y no dejar pedacitos sobrantes.
4. Almacena en bolsas de papel o tela
Guárdalo en una bolsa de tela de algodón o lino, o incluso, en la misma bolsa de papel que te dan en las panaderías; si tienes, puedes colocarlo también dentro de la clásica caja de madera.
Según el portal Directo al Paladar, estos materiales le permiten respirar y conservar la humedad en su interior.
5. Utiliza el horno para traerlo a la vida
Si olvidaste cerrar adecuadamente la bolsa de pan y amaneció duro o aguado, puedes calentarlo unos minutos en el horno para que su consistencia se vuelva crujiente y sea más fácil devolverle la frescura.
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