La presión social nos ha hecho creer que tenemos que tener una pareja para sentirnos realizadas por ello. Nos han hecho creer que debemos recibir halagos y ramos de flores para comprobar cuánto nos aman y para reafirmar nuestro valor. Pero por creer en tantas ideas ajenas, muchas veces terminamos conformándonos con la primer persona que nos hable «bonito» y cuando ésta no nos regala flores, terminamos sintiendo que no somos «suficientes».
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Nadie ni nada debe definir cuanto vales. La única persona que puede hacerlo eres tú, ¿por qué esperar a que alguien te regale flores cuando puedes comprarlas para ti?
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Estamos acostumbradas a escuchar tantas cosas que terminamos en medio de muchas dudas. La vida está llena de tantas exigencias que también olvidamos hacer tiempo para nosotras mismas. Nos hemos dejado de preocupar por hacer lo que realmente nos hace felices, por tener un día para nosotras y para darnos el amor que merecemos.
Por suerte siempre hay tiempo para reducir la velocidad entre todo ese ajetreo. Siempre hay tiempo para el amor propio, tengas o no tengas pareja. Porque sin importar tu estado de relación o lo que sea que tengas en tu agenda, siempre puedes pasar a comprar un bello ramo de flores para ti.
Es momento de dejar de creer que tu valor está definido por cuántas rosas te regalan en San Valentín. Es momento de dejar de esperar a que alguien llegue a tu puerta con un arreglo de flores de colores. La idea de que alguien más lo haga por ti es genial pero de alguna manera nos ata a ser «la damisela en peligro en espera de un príncipe». Es momento de cambiar las reglas.
Sí, las flores son un regalo hermoso pero ¿realmente tienes que esperar a que alguien más te las de? No. Si tienes ganas de un bello ramo de tulipanes o girasoles, ¡regálatelo! Lo mereces porque eres un ser increíble.
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Cuando tengas ganas, compra flores para ti. No esperes a que alguien más lo haga o a que sea un día especial. No sientas vergüenza de pasar a la tienda y pedir las flores que más te gustan. Son para ti, disfrútalas.
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Las flores son desintoxicantes mentales. Siempre habrá esos días en que tu cuerpo te dirá que necesitas un pequeño descanso mental. Quizá no lo sepas, pero las flores hacen que tu día sea menos tóxico y más feliz. Anímate y pide algunos crisantemos o lirios de paz; quizá puedas encontrar unas lavandas para dormir mejor. Porque además de su uso estético, las flores como estas también actúan como purificadores de aire efectivos para ru hogar.
Compra un ramo de flores para ti cuando te sientas triste o cuando te sientas feliz; cuando hayas tenido un gran logro en el trabajo o cuando quieras decorar tu espacio. No tienes por qué esperar a que alguien más lo haga.
Acostúmbrate a darte ese gusto. Deja de creer que si no te regalan flores es porque no eres deseada. Se siente bien ir a la tienda y elegir las flores que te recuerdan lo hermosa que puede ser la vida.