Un ambiente sano
Pasamos demasiadas horas en una oficina con la misma gente. Por supuesto, parte de nuestro estado de ánimo depende del ambiente que exista en nuestros trabajos.
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Es dañino tener mala relación con un jefe tóxico, pero también con tus compañeros. Al final, es importante convertir a las personas con las que vas a convivir todos los días en aliados.
Todos hemos pasado de juzgar mal a alguien y al final darnos cuenta que nuestra vida ya no sería lo mismo sin esa persona. Sobretodo cuando se tratan de las relaciones laborales, ¿te recuerda a alguien esta situación?
1.- Lo percibiste como una persona hostil.
Cuando son nuevos compañeros no sabes cómo son sus personalidades, y la timidez puede ser percibida como hostilidad.
2.- Lo juzgaste mal.
Nos guste admitirlo o no solemos juzgar a las personas en segundos. Puede ser que tanto físicamente o por un comentario te hayas hecho una imagen errónea de esa persona.
3.- Te sentías intimidado.
Puede que en un inicio uno de los dos se haya comportado un tanto territorial. Sin embargo, lo mejor que puedes hacer es bajar tus barreras para conocer a alguien nuevo que te puede aportar demasiado.
4.- Tenías que verlo todos los días.
Lo peor de una oficina es que no puedes escapar o cortar lazos tan fácil. Esa persona estará ahí todos los días y seguramente tendrás que trabajar a la par con ella.
5.- Ahora no puedes vivir sin él.
Cuando vences todos esto te das cuenta de lo increíble que es tener un amigo en una oficina. Esa persona con la que te desahogaras, un aliado, y con quien compartirás muchas risas.
