Cuando apenas iba empezando su rol de duquesa, Kate Middleton estaba aprendiendo qué prendas usar y cómo hacerlo. Corría el año 2011 y su inexperiencia la llevó a vivir el momento más bochornoso que hasta ahora le haya tocado vivir. Sucedió el 7 de julio del año 2011 en Calgary, Alberta, una localidad de Canadá. Justo cuando ella y el que se acababa de convertir en su esposo, el príncipe William, iban llegando al aeropuerto y el viento le jugó una mala pasada.
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Un vestido amarillo pastel fue el elegido, pero su larga falda se alzó con los fuertes vientos del aeropuerto, haciendo que se subieran demasiado alto y de inmediato las cámaras captaron la reacción de un militar canadiense, que solo pudo reirse ante el momento tan incómodo que vivió la duquesa. Kate de inmediato decidió recoger su falda por completo y en la serie de fotografías salió sosteniéndola para que no volviera alzarse.
Desde entonces hemos visto cómo Kate cuida cada detalle y ya no usa vestidos tan sencillos para evitar este tipo de episodios. Sin embargo su evolución ha sido muy favorable y ya es considerada un referente de moda con un estilo único que todas las firmas quieren vestir.
