La menstruación está generando problemas en el medioambiente, debido a los productos disponibles para “contrarrestar” sus efectos, debido a que son muy contaminantes.
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En lo que respecta a la higiene personal, solemos preferir artículos desechables, que no siempre son eco-friendly, o amigables con el medio, sino que se fabrican con materiales que contaminan el planeta.
Al igual que en el mercado de los pañales para bebé de tela, en los últimos años ha surgido una alternativa a las toallas femeninas comunes: las toallas sanitarias de tela.
Esta opción ha dado la posibilidad de reducir la exposición a químicos tóxicos, tanto para la piel como para la tierra, de manera que una esté más a tono con la naturaleza.
Esto, además, reduce el gasto que se hace con cada paquete de toallas. De acuerdo con la organización Plan internacional de Reino Unido, una mujer menstrúa, en promedio, tres mil días en su vida (8 años dos meses) y en cada periodo pierde de 50 a 100 gramos de sangre, unos 28 litros de sangre durante la etapa fértil. Así que si se hacen cuentas, la inversión total de cada vez que “te baja” es muy alta.
Las toallas de tela tienen un diseño muy similar al de las desechables, pero se sienten como una prenda de ropa cotidiana. Son cómodas y se pueden lavar en la lavadora o a mano, como si se tratase de ropa interior. No generan mal olor, ya que están hechas de algodón, a diferencia de las desechables, en las que el contacto de la sangre con los componentes de la toalla es el responsable del mal olor.
Si estás buscando una alternativa mejor y más saludable o quieres entender un poco más del ‘activismo menstrual’, aquí te damos cuatro razones para optar por lo reutilizable:
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1. Reducirás infecciones y erupciones cutáneas
Al utilizar plásticos, las almohadillas desechables bloquean el flujo de aire hacia la vagina, provocando sudoración y roces molestos que provocan erupción, así como infecciones que provocan malestar y mal olor.
2. Libres de químicos
Los materiales desechables de las toallas sanitarias se hacen con una combinación de plástico, algodón, fibras sintéticas y pulpa de madera para la absorción. Pero el algodón que usan no es el más saludable, ya que su producción está expuesta a plaguicidas y otros contaminantes dañinos para el cuerpo. Además, las fragancias para “evitar el mal olor” también están lejos de ser naturales, provocando reacciones alérgicas, desórdenes hormonales y ginecológicos.
Las toallas sanitarias de tela no contienen ningún tipo de químico ni aromas sintéticos, sino telas absorbentes e impermeables que atrapan el flujo.
3. Es más higiénico, no tiene ‘fugas’ y es más fácil de limpiar de lo que piensas
Es inevitable pensar que limpia estre pedazo de tela es antihigiénico, tedioso y que no garantiza que se desborde la sangre por todos lados, pero cuenta con un forro extraíble para la absorción, ademas de un forro impermeable en su interior. Con el mantenimiento adecuado, los productos reutilizables son sumamente higiénicos y basta con dejarlas en agua 24 horas al terminar el ciclo y después lavarlas con agua y jabón, tal y como lo haces con tu ropa interior. Los materiales están especialmente pensados para que la sangre no se impregne.
4. Apoyas a empresas independientes y artesanos
Nada de corporaciones, las toallas sanitarias de tela están elaborados a mano por artesanos y pequeños empresarios que además les dan personalidad, así su diseño es mucho más bonito que ese pedazo de almohadilla blanca que nos recuerdan a un pañal de bebé. Hay de diferentes colores y patrones que hasta pueden ‘aliviar’ el malestar de esos días. Nada de sentirse avergonzadas cada que vez que estamos con el periodo.