Durante el 2016, los pandas pasaron a la categoría vulnerables luego de estar varias décadas en peligro de extinción. Fue una noticia celebrada por los conservacionistas, pero la alegría no puede durar mucho pues hace poco se conocieron los resultados de una investigación que alertan sobre la pérdida del hábitat natural de esta especie en China.
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La investigación publicada en Nature Ecology & Evolution muestra cómo los hábitats adecuados para estos animales han disminuido de forma considerable desde 1990, cuando la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza clasificó por primera vez a esta especie como en peligro de extinción.
Las principales culpables serían las actividades vinculadas a la presencia de los humanos, como la deforestación, la construcción de carreteras, la agricultura y la llegada de turistas y visitantes extranjeros. “Los pandas se enfrentan a grandes amenazas y desafíos debido a la fragmentación del hábitat, el aislamiento de la población, el desarrollo de infraestructura, el turismo y el cambio climático”, afirman los investigadores.
Si bien hace un año todos celebramos la nueva categoría de “vulnerables” obtenida por los pandas, hoy es su hábitat el que se ve fuertemente amenazado por la presencia del ser humano. Estos estudios nos motivan a estar más preocupados por el estado de esta especie y a tener conciencia sobre la responsabilidad que nosotros tenemos en su cuidado.
