Las harinas refinadas, contienen almidón y un bajo o nulo aporte nutricional. Además, su consumo altera el metabolismo, es por eso que buscar un sustituo, puede ser muy positivo.
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Preparar harinas en casa es extremadamente fácil y una muy buena manera de mantener una alimentación equilibrada, pues estarás incorporando gran diversidad de alimentos a tu dieta.
Puedes reciclar frascos de vidrio, etiquetarlos y guardar en ellos tus harinas para mantenerlas frescas. A continuación te proponemos 4 maneras para preparar harinas sin gluten en casa.
1. Harina de quinoa
La quinoa contiene múltiples vitaminas y minerales, beneficiosos para la salud. Si utilizas quinoa orgánica, debes lavarla un par de veces, secarla sobre papel absorbente y cuando esté lista, molerla durante 6 minutos aproximadamente. Es ideal para masas saladas, pizzas, espesar sopas, cremas o salsas.
2. Harina de arroz integral
El arroz integral es alto en fibra, lo que ayuda a mejorar las funciones del sistema digestivo. Además, contiene más minerales y vitaminas que el arroz blanco. Se puede emplear para hacer pan, o en repostería.
3. Harina de avena
Para fabricarla sólo necesitarás copos de avena tradicional o instantánea. Es baja en calorías y muy buena en fibra, ayuda a reducir el colesterol malo y deja una sensación de saciedad por tiempo prolongado. La harina de avena es perfecta para preparar galletas, queques, panqueques, brownies y pasteles.
4. Harina de garbanzos
La harina de garbanzo se obtiene al moler los garbanzos secos, pero se debe dejar por unos 15 minutos en la procesadora. Los garbanzos son ricos en vitamina B, ácidos grasos y hierro. Esta harina es un muy buen ligante y espesante, es útil para reemplazar el huevo, lo que permite cocinar tortillas y hamburguesas caseras, sin problemas.