Cuando pensamos en la palabra bruja en ocasiones viene a nuestra mente una figura femenina de piel verdosa, lunar en la nariz, ropa negra, sombrero puntiagudo y con poderes sobrenaturales al estilo del personaje de ‘El Mago de Oz’. Nada más alejado de la realidad.

Las brujas siempre han estado rodeadas de un halo de misterio y prejuicios. Han sido satanizadas, perseguidas, odiadas, deseadas, amadas, por lo que surge la pregunta: ¿Qué son las brujas? ¿Realmente existen? La respuesta es sí. La palabra bruja significa mujer con conocimiento, aunque en la definición de la Real Academia Española (RAE) se registre como: “Persona a la que se le atribuyen poderes mágicos obtenidos del diablo”.

Todos los humanos poseemos algo de magia, pero una bruja es consciente de su capacidad y desarrolla una agudización de los sentidos ( lo que da origen a ciertas capacidades de percepción de la realidad, videncia, telequinesis, premoniciones, sanación). Una bruja natural se sentirá atraída hacia los misterios de la vida y tendrá una conexión peculiar con lugares, personas, culturas etc. Ese es el llamado a nuestras raíces.

Entre las principales características de las brujas naturales están: sensibilidad de los sentidos, intuición desarrollada, creatividad, carácter o ideas intensas. Si bien estos síntomas se desarrollan a temprana edad, no siempre son visibles, pero existen

acontecimientos trascendentales en nuestra vida que pueden detonar estar más alerta a nuestro entorno.  Cuando nos sentimos en situaciones de riesgo se despierta algo que llamamos intuición, en una bruja esta capacidad es mayor. Existen otras características como el desarrollo creativo, una alta capacidad para imaginar, pues esto permite agudizar las habilidades y facilita la conexión con la realidad. Esta sensibilidad se puede evidenciar en actividades manuales como cocinar, pintar, crear y se da de manera muy natural.

En una bruja existe algo de artista y una poderosa sensibilidad hacia las personas y los ambientes. Esto le ayuda a determinar quién es grato para ella y quién no.

La ideas intensas y poder de la palabra reflejan la capacidad de visión de una bruja, ya que esto desarrolla el sentido de premonición y hace que muchas veces la intenciones se materialicen. Este tipo de sucesos puede sorprender o asustar a propios y extraños, ya que pueden ser pensamientos sobre acontecimientos positivos o negativos y nos muestra la polaridad de nuestra naturaleza que puede ser buena o mala.

Brujas buenas y brujas malas

Al manejar estas energías sutiles, en una bruja los sentimientos se pueden extrapolar, ello da origen a las ideas de bondad o maldad y es cómo se comportan ante los demás. Usualmente cuando una bruja tiene una alta negatividad genera repelencia de los demás hacia ella. La falta de empatía y comprensión a veces provoca el resentimiento de estos seres, que a veces pueden actuar de manera resentida para con los demás, ya que utilizan el poder de las pala

bras para maldecir o bendecir a los otros.

Ahora que sabes estos tips podrás descubrir si tienes algo o no de bruja.

*Grace Valenzzo es especialista en terapias energéticas y sanadoras de Casa del Mandala

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