Santiago es una de las ciudades más congestionadas de Sudamérica, de acuerdo al informe anual TomTom Traffic Index 2017. Por lo mismo se han implementado varias medidas para poder solucionar esta problemática propia de una urbe tan poblado como la capital de Chile.
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A raíz de lo mismo, varias empresas de Santiago han comenzado a utilizar bicicletas eléctricas para sus traslados a través de las calles de la ciudad, como una alternativa a los vehículos mayores que les permita moverse cómodamente evitando el tráfico en las horas más congestionadas.
Las ventajas son varias: las bicicletas eléctricas permiten al usuario alternar entre el pedaleo y el uso del motor para así recorrer distancias más largas; no necesitan combustible y tampoco generan ruido, lo que la convierte en una alternativa amigable con el medioambiente. Alcanzan una velocidad de hasta 32 kilómetros por hora y, gracias a su motor y batería de litio, permiten una autonomía de más de 40 horas por carga. Ésta se realiza directamente a la corriente por un periodo entre cuatro y seis horas.
“Cada día son más las empresas que buscan esta tecnología porque les entrega muchos beneficios. Es eficiente, limpia y segura”, explica Samuel Stehberg, gerente general de CeroMotors, empresa proveedora de bicicletas eléctricas.
Este tipo de transporte está siendo utilizado principalmente por las empresas de delivery y mensajería, que requieren un medio rápido, práctico y fácil de maniobrar por las calles de Santiago. También ha sido elegido por personas que comúnmente utilizan la bicicleta para moverse por la ciudad, pero que tienen que abarcar grandes distancias y quieren evitarse un importante esfuerzo físico.
Así, la bicicleta y la bicicleta eléctrica siguen ganando espacio en una ciudad que lentamente comienza a adaptarse para recibir de mejor manera este tipo de transporte sustentable. ¿Qué te parece esta tendencia?