Por Isaura Ávalos*
PUBLICIDAD
¿Cómo reconocer a una bruja que me puede ayudar de una que puede dañarme?Esta pregunta es muy común cuando nos acercamos al mundo espiritual ya que, histórica y socialmente, hemos aprendido que toda la magia es mala y debemos alejarnos de ella. Lo ideal es buscar las respuestas que no nos han sido dadas. Para ello, es necesario saber cómo cuidarnos no solo de charlatanes, si no también de la magia o energía que puede dañarnos. Esta es una pequeña guía que puede ayudarte a convivir de manera sana con la magia.
DESCUBRE MÁS:
- 7 señales que indican que tu alma ha reencarnado varias veces
- Estos son los ángeles protectores para cada signo del zodiaco
- ¿Has soñado que se te caen los dientes? Este podría ser el fatídico significado
La brujería es un sistema de creencias de origen pre cristiano de las culturas indo-europeas, en donde el mundo se entiende desde la observación y entendimiento de la naturaleza y su espíritu dual. Las brujas creemos que existe un Dios y una Diosa, de manera equilibrada, como existe en el cielo el Sol y la Luna. Pero no todos los sistemas de creencias que manejan energía son considerados brujería. Por ejemplo, existen sistemas, como dioseros, chamanes, buduistas, santeros, palomayombe, etc. que, si bien provienen de culturas con un fuerte misticismo, no se consideran brujos ni su práctica brujería. Esto no los hace mejores o peores en su práctica, simplemente diferentes.
En la brujería, consideramos que una bruja es una mujer sabia que conoce los secretos de la naturaleza que nos rodea y, especialmente, la naturaleza humana con su luz, pero también con sus zonas dolorosas. Nuestro objetivo es vivir sin lastimarnos ni lastimar a otros.
PUBLICIDAD
Magia blanca y magia negra
La magia no tiene un solo color, la intención que vive en el corazón de la bruja es la que va a determinar si su magia será dañina u obscura o si servirá para restablecer el equilibrio. No existe magia negra o blanca, habrá magia que dañe y magia que te ayude a sanar sin importar el color de proyección que la bruja realice para ayudarte a lograr el objetivo que tu corazón desee.
Pongamos un ejemplo para dejar esto más claro:
Si tuviste un problema con tu pareja y está decidida a alejarse, lo más común es que pensemos en traerla de vuelta para que cese nuestro dolor. La misión de una buena bruja es hacerte consciente de que mereces amor verdadero y que pase lo que pase tienes la obligación de respetar el libre albedrío de quien fuera tu pareja. Así pues, lo que ella haría sería ayudarte con hechizos en color violeta para ayudarte a liberar tu mente y corazón de la necesidad imperiosa de que tu amor vuelva a costa de lo que sea. La magia no se significa por color, la intención es siempre lo que cuenta. Siempre debes fijarte bien en que tus intenciones, o las de quien te ayuda en tus procesos espirituales, nunca estén basados en un deseo egoísta y sí en el amor, la paz y el equilibrio.
Diferencias entre brujas
Siempre que acudas en busca de ayuda espiritual, analiza el discurso que se te ofrece como ‘solución’.
Una bruja buena siempre va a ayudarte a hacerte responsable de tus acciones y ver cómo esa energía tiene consecuencias sobre tu realidad. Una bruja que puede dañarte te tratará de convencer de que alguien más tiene la culpa de tus problemas y esto solo te llenara de ira y te quitará la posibilidad de resolver tus problemas por ti misma.
Una bruja capaz te hará ver tus problemas de comunicación con los demás, te ayudara a tener mejores relaciones de amistad y laborales entendiendo el contexto en que te desarrollas, y te ayudará a canalizar tu energía mental, emocional, espiritual y física para que crees el mundo que quieres. El camino fácil nunca lleva a ningún lado productivo. El camino en el que pones de tu parte y trabajas en ti para crecer como persona quizá sea más complejo, pero al final dará un hermoso resultado, logrando que obtengas conciencia de ti misma, tranquilidad y jamás te quitará poder sobre tu propia vida.
Otra cosa en la que debes de fijarte para elegir una buena bruja es en la paranoia. Quizá te suena raro, pero una persona que vive cuidándose y con secretos, claramente tiene algo que ocultar. Fíjate bien que la bruja que consultas tenga una vida relajada. Todas somos peculiares, pero una buena bruja habrá consolidado su magia con amor, familia y amigos. Recuerda seguir tu instinto y si algo te hace sentir incómoda no permitas que nadie toque tu energía, te venda ideas que te asusten o te hagan depender de ella para todo.
Una buena bruja te va a decir claramente cuánto va a cobrarte por sus servicios y tratará de darte herramientas para que solventes tus problemas sin depender de ella. No confíes en quien te ofrece sus servicios gratis, pues todos trabajamos para solventar nuestras necesidades y cuando este pago no es claro, de alguna manera tiene que cobrarse y no siempre será algo honesto. Una buena bruja regularmente tendrá una relación sana con el dinero concibiéndolo como una bendición recibida por su labor y conocimiento.
Y por último, en verdad confía en tu instinto. Es normal que sientas nervios cuando te acercas a nosotras por primera vez, pero una cosa son los nervios como cuando estás emocionada y otra muy distinta sentir que algo está mal. Escucha a tu estómago, si sientes como si algo te golpeara en el abdomen como cuando te asustas, no hay mejor manera de saber si algo no es para ti. Confía en ti y busca la magia que te haga crecer en amor y libertad.
*Isaura Avalos es sacerdotisa y sanadora de White Willow Café