Si bien siempre es más fácil reconocer los defectos en otras personas, es importante que nos hagamos una autoanálisis, porque si cometemos muchos errores en nuestro accionar, éstos no solamente pueden afectarnos en forma directa por sus consecuencias, si no también, atraer energías negativas a nuestras vidas e impedirnos avanzar.
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¿Pero cuáles son los defectos que más nos afectan energéticamente?
Querer tener siempre la razón: Las personas que poseen esta característica siempre tienen miedo a perder en las discusiones con los demás y hacen cualquier cosa para tener razón desde llorar, insultar, rebajar a la otra persona, etc. Por lo general, no escuchan las razones de los otros. Suelen sentirse solos e incomprendidos. Se debe destacar que en la mayoría de los casos, son así porque desde que eran niños les consintieron todos los caprichos. A estas personas incluso hasta mostrándoles la evidencia de que no tienen la razón, igual siguen alegando que ellas sí la tienen.
Echarle la culpa a otro: Esta es otra manera de mostrar que ellos no estaban equivocados y que el error es siempre de otro. Estas personas piensan que ellos nunca se equivocan en nada. En líneas generales no son buenos para el trabajo en equipo, pues desconfían del trabajo y capacidad de sus compañeros. Suelen llevar una vida sin compromisos y no son capaces de asumir las responsabilidades que en principio asumen. Por otra parte, siempre creen que se les está acusando de algo y nunca lo aceptan ante los demás.
Hacerse siempre el mártir: Estas personas suelen despertar lástima y piensan que el resto del mundo es cruel y que se ensañó contra ellos. Además de que se proyectan como mártires ante la sociedad, inconscientemente también lo hacen con ellos mismos y por eso, la mayoría de ellos suelen ser hipocondríacos, pues necesitan sentir autocompasión todo el tiempo. También suelen tener baja autoestima.
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Poner una excusa para todo: Estas personas siempre buscan agradar a los demás y se comprometen con todo, pero como no pueden luego cumplir con lo asumido, suelen inventar razones para justificarse. Por lo general, se acostumbraron a que desde niños tenían una buena explicación para evitar que los reprendieran. También, suelen ser pésimos para aceptar sus errores, pues siempre encuentran motivos para justificarse.
El que tiene un tono negativo constante: En este caso la persona es un eterno pesimista. Por lo general, no tienen esperanza y no hacen planes para el futuro, ya que no creen que puedan llegar a realizarlos. Por lo general, no ven el lado positivo de alguna situación o persona.
Los intolerantes: Se enfadan con facilidad y se sienten ofendidos por cualquier motivo. Suelen ser muy susceptibles a los comentarios o a las molestias de los demás, aunque se trate de asuntos de poca importancia. Además son impacientes; por ese motivo no soportan las equivocaciones o las fallas naturales de las demás personas. Quieren que las cosas se hagan exactamente a su modo, porque de lo contrario, se enfadan. Son personas muy exigentes y esperan que el resto gire a su alrededor.
Los desconfiados: Son personas paranoicas y que sienten que cualquier otro puede ser su enemigo. Por lo general piensan y sienten que todas las personas tienen malas intenciones y que en algún momento les harán daño. Su desconfianza es tal, que hasta desconfían de sí mismos. Por sus características, les cuesta mucho enamorarse o mantener por largo tiempo una relación estable. Son personas celosas y siempre están pensado que su pareja los va a dejar.
¿Qué hacer si reconocer alguno de estos defectos en uno mismo? En primer lugar debemos reconocer que todos posiblemente tengamos alguno de estos defectos que nos afectan energéticamente, pero el gran problema es cuando una misma persona posee varios de esos defectos, ya que su vida personal, laboral y social puede verse seriamente afectada, impidiendo tener relaciones personales plenas y duraderas. Sin embargo, si reconocemos que tenemos alguno de estos defectos, ya hemos dado un primer gran paso. Luego debemos tener el fuerte deseo de mejorar estas características que nos complican. Notarás que en la mayoría de los casos requiere esfuerzo y constancia, y en muchos casos, la ayuda de profesionales adecuados.