La serie norteamericana “Sex and the City” tuvo escenas que aún viven en nuestras mentes. Pero más allá de la tormentosa realción de Carrie Bradshaw con “Mr. Big”, los momentos sexuales de Samantha, la intensa búsqueda del príncipe azul de Charlotte o los tormentos de Miranda, la serie siempre tuvo el factor común de la amistad y compañerismo en los momentos más difíciles.
Y qué mejor mejor lugar donde se pueda charlar de la vida que los restaurantes, donde las amigas siempre discutían de sus vidas amorosas y las situaciones más divertidas. Sin embargo, muchas de las fanáticas de la serie recuerdan un lugar en particular donde Carrie y Miranda conversan sobre sus parejas.
Se trata de Magnolia Bakery, una pastelería especializada en cupcakes que en la actualidad existen cinco en Nueva York, y que la sucursal principal se ubica en 401 Bleecker Street, en West Village.
En la escena, Carrie le cuenta a Miranda que se siente muy atraída por Aidan – interpretado por John Corbett- y que es el “hombre perfecto”, mientras devoraban unos de los deliciosos cupcakes en la entrada principal de la pastelería.
Magnolia Bakery y su fama
Desde entonces, el lugar se convirtió en toda una celebridad de Nueva York. De hecho, es unos de los puntos obligados de quienes hacen un recorrido por la ciudad en donde las paradas se realizan en las escenas más icónicas de la serie neoyorkina.
Sin embargo, esta fama que adquirió el local por los cupcakes surgió de la manera más inesperada. La pastelería original – que abrió sus puertas en 1996 – sólo hacían pan, rollos de canela y pasteles por encargo.
Debido a que le sobraban demasiados ingredientes y diferentes masas, la dueña del local aprovechó para crear estos pequeños bollos con colores y que ahora son populares en todo el mundo.
