Estamos en primavera y el verano se acerca. Una excusa ideal y refrescante para las tardes de calor, sobre todo después de una larga jornada laboral, es el espumante. Éste se ha integrado con fuerza en las celebraciones, quedando de lado su exclusividad en ocasiones especiales.
El consumo de este trago va en alza en los chilenos. Un estudio encargado por el espumante Sensus arrojó que el 20% de los hombres lo toma más de una vez al mes, mientras que las mujeres representan el 16%.
Para que puedas disfrutar aún más de esta refrescante bebida, compartimos algunos consejos del enólogo de Capel, Patricio Azócar.
Tipo de copa
Lo ideal es usar una copa tipo flauta, ya que, no es recomendable la copa champañera plana porque se pierde rápidamente la burbuja. Además, su limpieza debe ser sin detergente para evitar lo mismo.
Cómo servir el espumante
La copa debe estar a temperatura ambiente y se sirve en dos tiempos con la botella inclinada. Primero, las burbujas suben hasta el borde y una vez que bajan a la mitad, la copa queda llena.
La importancia de las burbujas
Las burbujas son las que otorgan la elegancia, la efervescencia y la diferencia con el vino. Se debe procurar que la copa quede bien dotada de ellas y que produzcan un camino fino ascendente.
Otro factor de calidad es el anillo que se forma en la parte superior de la copa. Lo ideal es que sea perfecto y que dure el mayor tiempo. En cambio, en un espumante de baja calidad se ve una burbuja gruesa que se va rápidamente.
Temperatura adecuada
El espumante debe estar frío e idealmente a 7 grados celcius. No puede ser ni más frío ni más caliente.
Maridaje por tipo de espumante
Los brut con frutos del mar o pescado.
Los rosé con frutas.
Los demi sec con postres.
Los moscatos con tortas.
Sabores que potencian el gusto
Lo ideal es mezclarlos con sabores cítricos, berries y frutas tropicales. También los carozos dan una nota especial.
Con qué tipos de comida
Combinan con todo e incluso en un asado para darle un toque más fresco.