El koala es un marsupial que vive sólo en Australia y en la actualidad, su existencia corre grave peligro debido a la Clamidia, una bacteria que ha puesto en peligro esta especie.
Al igual que en los humanos, la clamidia es una enfermedad de transmisión sexual que también se contagia a los bebés koalas cuando éstos amamantan.
Esta grave enfermedad produce lesiones en los genitales y ojos, causa infertilidad y ceguera hasta que los consume lentamente hasta la muerte. Si bien su tratamiento consiste en administrar antibióticos cuando están en cautiverio, de todos modos ha causado un grave daño a su población.
De hecho se cree que en algunas zonas de Australia, la población ha caído en un 80% durante la última década.
Por estas razones, los científicos australianos defienden una campaña agresiva de sacrificio de koalas, puesto que ayudaría a combatir la clamidia que les causa infertilidad y diezma dramáticamente su población.
Según David Wilson, jefe de investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur, esta es la única esperanza de mantener a salvo esta especie que corre peligro de extinguirse:
Tratar a aquellos que están moderadamente enfermos y matar a los que tienen la enfermedad avanzada y no es posible tratar con antibióticos, provocará finalmente un aumento en el número de koalas”.
Esta drástica postura de los científicos está avalada por una investigación que realizó cientos de estudios de simulación en la población de koalas de Moreton Bay, en el noreste australiano. En diversos escenarios, realizaron tratamientos a los koalas infectados con clamidia y sacrificaron a los ejemplares más desahuciados.
Si bien la matanza de los koalas desencadenaría un rápido declive en la población, ésta se recuperaría en un período de cuatro años hasta superar el número de ejemplares en la década posterior, según el escenario estudiado con mejores resultados.