Este lunes 2 de marzo recordamos el natalicio de Theodor Seuss Geisel, mejor conocido como Dr. Seuss. Este gran escritor realizó más de 60 libros infantiles, destacando How the Grich Stole Christmas!, Cat in the Hat y, por supuesto, The Lorax.
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Publicado en 1971, este libro para niños muestra los efectos de la contaminación y el cambio climático, mucho antes que siquiera surgiera el término. Es una fábula contada por el antagonista, Once-ler, responsable de destruir todo un ecosistema por su avaricia. Al final, un niño recibe en sus manos la tarea de revertir el efecto, representando a las futuras generaciones.
Este cuento ha sido adaptado un par de veces. Primero, en un cortometraje animado producido por el mismo Dr. Seuss en 1972. Después, en 2012, Illumination Entertainment —que ya había adaptado Horton Hears a Who! (2008)—, lleva al Lorax a la pantalla grande con un nuevo tratamiento, enfocado a las nuevas generaciones.
En esta nueva (y descafeinada) versión, el protagonista es Ted (v.o. Zac Efron), un chico de 12 años que busca la única cosa con la cual se ganaría el afecto de la chica de su sueños (v.o. Taylo Swift): un árbol de verdad, una trúfula. Ambos viven en Thneedville, un lugar hecho 100% de plástico, donde todos los árboles son artificiales y se debe pagar por aire fresco — ¿les suena?
Por recomendación de su abuela (v.o. Betty White), Ted va con el Once-ler (v.o. Ed Helms) a las afueras de la ciudad para preguntarle qué pasó con los árboles. Así descubre la historia del hermoso valle que antes rodeaba la ciudad y la criatura que hablaba por los árboles, el Lorax (Danny DeVito).
Mientras tanto en la ciudad, donde todo es de plástico, una sola persona controla todo: un hombrecito que vio la oportunidad de hacer negocio. Así nadie en Thneedville recuerda que antes, gracias a los árboles, nadie tenía que pagar por respirar aire de fresco y de calidad.
Antes de comenzar me gustaría aclarar que haré a un lado detalles de adaptación. Sólo mencionaré que, considerando el cuento original y el cortometraje de 1972, esta nueva versión destruye la esencia de la historia en muchos sentidos. Quienes hayan leído el cuento o visto la otra versión entenderán de lo que hablo.
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Aún con este mayor detalle, The Lorax ofrece muchos temas para reflexionar con los más pequeños de la casa.
- El Mundo Moderno, donde todo es artificial y efímero; donde se tiene que pagar por una “necesidad” creada o por el aire puro.
- La avaricia del hombre por generar riquezas y estatus sin importar el impacto que genere en su entorno, para ser aceptado por su familia y la sociedad.
- Los sistemas de producción no sustentables, que destruyen ecosistemas y alteran la vida de los animales que ahí viven.
- Los niños que viven en el Mundo Moderno, que poco saben sobre la naturaleza y el efecto de nuestras acciones en el entorno.
- El cuidado del ambiente está en las manos de las nuevas generaciones, especialmente de aquellos que realmente les importa.
Muchos pueden pensar que el Lorax, esta criatura misteriosa que habla por los animales y la naturaleza, sólo se la pasa quejándose sin hacer nada más que pequeñas bromas a Once-ler. Desde mi punto de vista, el Lorax representa la voz de la Madre Tierra dando advertencias, esa que todos debemos escuchar para evitar el punto de no retorno.
Una película para tratar temas de medio ambiente y sustentabilidad con los más pequeños. Ya cuando estén más grandes podrían ver la versión original, algo cruda pero muy congruente con su mensaje final. Y recuerden…
A MENOS QUE alguien como tú haga algo,
nada va a mejorar.
Nada.
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