El calentamiento global que estamos causando todos va a repercutir con mayor intensidad en Australia a finales del siglo, debido a su posición geográfica.
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¿Cómo estar tan seguros de ello? En primer lugar porque no hace falta ser un científico para darnos cuenta que estamos acabando con el mundo a un paso descomunal y en segundo lugar, según el sitio The Guardian, porque La Agencia Nacional de Ciencias llamada CSIRO y la Oficina de Meteorología dieron a conocer las nada alentadoras proyecciones basadas en 40 modelos climáticos globales, lo cual indica que las temperaturas se incrementarán a lo largo del siglo, con una temperatura promedio anual de hasta 1.3 grados centígrados más cálida en el 2030, en comparación con el promedio experimentado entre 1986 y 2005.
No son cifras demasiado extremistas y si se toman medidas drásticas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero estas seguramente podrían reducirse. El problema es que el mundo sigue produciendo el número de emisiones muy alto, lo que significa un aumento de temperatura de entre 2.8 y 5.1 grados centígrados en Australia para el 2090.
De hecho, la temperatura en dicho país ya ha aumentado 0,9 grados centígrados desde 1910. Australia registró su año más cálido en 2013 y su tercer año más cálido en 2014. Así que a este ritmo para 2090 se estiman cifras de este tipo:
El nivel del mar
El aumento de temperatura en el planeta desencadenaría otra serie de problemas, como el aumento del nivel del mar. En Australia, por ejemplo, de 45 centímetros pasarían a 82 centímetros para el 2090.
La precipitación aumentará hasta un 69% en el sur de Australia durante los meses de invierno y primavera, pero en contraste, las sequías aumentarán entre un 5% y 20%. Esto provocará un mayor número de días con peligro de incendio. La humedad del suelo se reducirá hasta en un 15% en el sur de Australia en los meses de invierno. La capa de nieve disminuirá.
Dentro del mar
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El exceso de dióxido de carbono que absorben los océanos provoca que el nivel de PH del agua descienda, esta acidificación hace que sea más difícil para los corales formar estructuras duras de arrecifes; y para las ostras, almejas, langostas y cangrejos es mucho más difícil desarrollar sus conchas. Este fenómeno representa un riesgo muy grave para los ecosistemas como la Gran Barrera de Coral Australiana, el mayor arrecife de coral del mundo. Desde luego eso afectaría la pesca, la producción de alimentos y la fuente de ingresos para miles de personas.
Debemos recordar que el mundo es uno solo y lo que suceda incluso en otro país, hemisferio o continente nos afecta a todos por igual puesto que se producirían reacciones en cadena al rededor del mundo. Esperemos que en la cumbre que se celebrará en París este año los gobiernos lleguen a acuerdos que de verdad ayuden a frenar el calentamiento global, que hagan leyes para generar energías limpias a bajo costo y que estas cifras solo queden en eso.