Aunque no hayamos tenido la oportunidad de conocer a estos majestuosos animales, seguramente los ubicamos del folclore y las tradiciones navideñas. Dasher, Dancer, Prancer, Vixen, Comet, Cupid, Donner, Blitzen y Rudolph acompañan a Santa Claus todos los años a repartir alegría a los niños de todo el mundo. Mientras tanto, sus primos en la Tierra están desapareciendo.
Los renos, conocidos también como caribúes, forman parte de la fauna del ártico —como los osos polares, lobos, zorros —. Actualmente la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) clasifica a esta especie como «Preocupación Menor», sin embargo, nueva evidencia señala que su situación es peor de la que creemos: su población ha disminuido de forma drástica y algunas subespecies han desaparecido.
En las regiones del hemisferio norte, hábitat natural de los renos, su población ha disminuido en un 60% en las últimas 3 décadas. La causa de esto depende de la subespecie y su localización, aunque existen algunas constantes en todos los casos:
- La destrucción de su hábitat, por actividades como la tala ilegal.
- La cacería de estos ejemplares, que son vistos como ornamentos.
- Los cambios en los ecosistemas ocasionados por el cambio climático.
Como podemos ver, el principal responsable es el ser humano y las actividades que alteran el equilibrio de la Naturaleza. Por supuesto, esto ha provocado que las poblaciones de renos en todo el mundo se hayan dispersado en pequeñas manadas donde existe la endogamia, que va diezmando cada año en número de individuos saludables y viables para su reproducción.
Un nuevo estudio, publicado en Journal for Nature Conservation, indica que el número de renos está disminuyendo cada vez en forma más acelerada. En el caso de China, donde habitan desde hace 2000 años, la población ha disminuido en un 28% en los últimos 40 años.
En Europa y Rusia, el descenso de poblaciones es muy evidente, aunque no se tienen datos concretos al respecto. Según informa IUCN, ahora es difícil avisar renos en las grandes extensiones de tundra y taiga (bosque boreal). Su hábitat natural.
Estos hechos señalan que urge un estudio más profundo, para cambiar de clasificación a la especie y activar cuanto antes programas de conservación. De lo contrario, en un futuro sólo veremos renos en dibujos y representaciones, acompañando las historias de aquel viejo barbón que deja regalos a los niños que se han portado bien.
Por las festividades distintas organizaciones no gubernamentales — en especial Greenpeace — han relacionado a la situación actual de los renos con la lucha contra el cambio climático y el movimiento Salva el Ártico.
Sí, es hora que actuemos para salvar a los renos, a su hábitat natural, a todo su ecosistema. Sólo pido que no se nos olvide en el momento que guardemos todos los adornos de renos en una cajita que volveremos a sacar dentro de un año. ¡Quién sabe! A lo mejor el año que entra quedarán muchos menos, llegando a un punto donde cualquier esfuerzo será considerado demasiado tarde.