Resulta increíble notar que este hermoso animalito —el cual vemos a la venta en algunas tiendas de mascotas— se encuentre en peligro de extinción en su estado silvestre. La chinchilla de cola larga es uno de los cinco animales chilenos que pueden desaparecer para siempre y, a pesar de su protección, su población se encuentra en descenso.
Su nombre científico, Chinchilla lanigera. Se le conoce comúnmente como chinchilla chilena, chinchilla costera o chinchilla menor. Se diferencia con la Chinchilla chinchilla por su tamaño y otras ligeras variaciones en proporciones —ellas, al igual que sus primas, están en peligro.
Aunque cada vez es más popular como animal de compañía, estos hermosos roedores van perdiendo la batalla en su tierra. Desde la época precolombina, los pueblos originarios utilizaban su piel para crear ciertos artículos. Ya en el siglo XIX, estas pieles llegaron a Europa. Así va subiendo la demanda hasta alcanzar la exportación de 500,000 pieles al año.
Debido al exceso de caza, estos roedores estuvieron a punto de desaparecer a principios del siglo XX. Para 1929 se decreta una ley que prohibe su cacería, con esfuerzo y colaboración de países como Argentina, Bolivia y Perú. Aún así, la cacería ilegal continúo al grado que se creyó que había desaparecido.
Cuando en 1978 se encontraron chinchillas silvestres, se retomó su protección y conservación. Para 1983 se crea la Reserva Nacional Las Chinchillas, contando con 556 colonias, aún así la población continúo disminuyendo. En 1989 se contabilizaban sólo 264 colonias.
En 1990 se puso en marcha un plan de conservación, sin embargo a la fecha no se ha realizado alguna acción concreta para rescatar a la pequeña y rica genéticamente población norteña de La Higuera, en Chile.
Las principales amenazas que enfrenta la chinchilla chilena en estado silvestre son:
- La cacería ilegal que todavía se practica en su hábitat natural.
- Las actividades humanas que destruyen ese mismo hábitat; ejemplos, tala, tareas de pastoreo, minería.
- La chinchilla se ha convertido en la presa ideal para depredadores, por la disminución de otras poblaciones.
- No hay suficientes ejemplares para mantener la población silvestre por mucho tiempo.
Actualmente la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) clasifica a la chinchilla chilena en peligro crítico dentro de la lista roja. Se considera como la segunda prioridad más alta entre los mamíferos que requieren conservación.
La chinchilla seguirá entre nosotros, a lo mejor en su versión doméstica, sin embargo sus originarios silvestre necesitan nuestra ayuda.
Se ha intentado liberar chinchillas domésticas sin buenos resultados, por el cambio en su color característico y falta de habilidades para la vida silvestre, así que la única opción que queda es reforzar las leyes, restaurar su hábitat natural y esperar que resurjan entre la reserva — como lo hicieron haca unos años atrás.
