Los hábitos alimenticios de millones de personas se basan en el consumo de carne y grasas animales, y aunque forman parte de una dieta balanceada el abuso de ellas puede provocar afectaciones cardiacas y entre otras.
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Con base en esto, investigadores del Centro de Ecología de la Universidad de Minnesota, han puesto el ojo en la contaminación que procede del consumo de estas masivas cantidades de carne, ya que su producción es especialmente dañina para el medio ambiente debido a las enormes cantidades de gases de efecto invernadero que ellas producen.
“El gran desafío ante el que nos encontramos es cómo convencer a 7 mil millones de personas para que cambien sus hábitos alimenticios. Cambios que requerirán de educación pública y el desarrollo comercial de nuevos alimentos más saludables y mejores para el medio ambiente” David Tilman, investigador.
Si la tendencia en el consumo de carne continúa, se pronostica que para el 2050 se incrementará en un 80% las emisiones de gases causantes del efecto invernadero, cuestión que causará un gran impacto en la agricultura de forma negativa.
Afortunadamente la solución de este problema es muy clara, hay que consumir menos carne para que se produzca menos, y esto eventualmente conlleve a la disminución de gases de invernadero. Recuerda que no está mal comer carne, pero mientras menos se haga es mejor.