La ONG Greenpeace recientemente realizó un sobrevuelo por la zona central de Chile, catalogándola como uno de los lugares con mayor destrucción de glaciares en el mundo luego de inspeccionar los glaciares Olivares, La Paloma y el Rincón, donde existen extensas faenas mineras como la de Los Bronces (Anglo American) y la División Andina de Codelco, siendo este último complejo minero el que ha generado mayores intervenciones en glaciares rocosos equivalentes a 23 millones de metros cúbicos de agua.
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En comparación al proyecto Pascua Lama, el daño en esta zona es casi 100 veces mayor, señala Matías Asún, director de Greenpeace en Chile.
Según el glaciólogo de la Universidad de Chile, Francisco Ferrando, “no sólo los glaciares blancos son importantes. Estamos en una zona con una enorme presencia de glaciares rocosos, mismos que aportan de manera significativa a los cursos de agua de las cuencas. Es tremendamente importante garantizar que la legislación reconozca y proteja también estos tipos de glaciares que conservan el agua y la aportan a las napas subterráneas y los valles circundantes. Conservar estos glaciares, así como otras formas de presencia de hielo y los sistemas nivales y periglaciales del entorno de los cuerpos de hielo, significa hacerse cargo de proteger toda la criósfera por su importancia en el ciclo hídrico, en los ecosistemas y en el medio ambiente humano”.
Matías Asún, director de Greenpeace en Chile llamó al Gobierno a cumplir su compromiso con la protección de glaciares, llamando a los activistas a enviar un correo electrónico al ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier, para pedir su compromiso con una ley glaciar que contenga los 5 puntos sobre cómo proteger estos cuerpos de agua de forma correcta.