Parte de nuestra buena o mala salud se debe a lo que comemos. Los alimentos tienen un poder curativo que a veces pasamos por alto y al que deberíamos poner más atención. Un equipo de investigadores de la Universidad de Guadalajara (UdeG) ha puesto la mira en el zapote negro y el zapotillo para analizar su potencial nutritivo y curativo, pues esto ayudaría a impulsar su consumo en México.
El zapote negro y el zapotillo son especies nativas de México y se distribuyen ampliamente en los estados de Michoacán y Jalisco. Los investigadores trabajan con ellas para estudiar su efecto en personas con enfermedades como artritis, cáncer, diabetes y algunas cardiovasculares.
No es casualidad que los científicos hayan elegido estas dos plantas. Desde hace muchos años, diversas poblaciones de México las han utilizado de forma empírica para tratar enfermedades crónico-degenerativas. En Michoacán le han atribuido al zapote negro propiedades medicinales y se consume en forma de ates, gelatinas y mermeladas además de su versión natural y en agua.
La investigación realizada por la universidad consiste en conocer la ecología y bioquímica de sus árboles y frutos para determinar las condiciones ambientales que favorecen su desarrollo así como el potencial nutrimental y medicinal. Su objetivo es sustentar el conocimiento popular con bases científicas para promover su consumo a gran escala.
Será hasta el próximo año cuando se puedan conocer los resultados de esta investigación y dar inicio con los estudios preclínicos y clínicos para el tratamiento de enfermedades que llevarán a cabo científicos de la salud.
