El nombre de este particular mamífero de Sudamérica proviene del mapudungun “koypu”, aunque en Paraguay es conocido como “quiyá”, nombre de origen tupí-guaraní, aunque menos común. Una vez que llegaron los españoles lo denominaron como nutria, a pesar de no tener ninguna relación taxonómica, solo por su leve semejanza al mamífero europeo.
Este animal también se conoce como nutria roedora o rata-nutria, pesa hasta 10 kg, su pelaje es de color café brillante y sus ojos y orejas son muy pequeños. En sus patas cuenta con membranas interdigitales que le permiten su vida acuática.
Lamentablemente estos pequeños mamíferos son cazados por su cotizada piel, siendo el hombre uno de sus principales depredadores, por lo que es difícil encontrar un coipo que tenga más de 4 años.
A diferencia de la nutria de Europa, el coipo se alimenta de vegetales y frutos silvestres. Vive principalmente en ríos lagunas, esteros y pantanos de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.
Su estado de conservación no está amenazada según los criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Sin embargo, este animal fantástico puede producir profundos cambios en los hábitat donde ha sido insertado de forma artificial.