Para algunos, la transición alimenticia nos llevó muchísimo tiempo, porque era un terreno desconocido, y hay tantas cosas que no conocemos. Sin embargo, lo que nos va volviendo expertos es conocer a más personas con las mismas preferencias alimenticias: eso hace nuestro conocimiento mucho más amplio y profundo. De ahí, justamente, es donde encontré estos tips, sumamente prácticos, de otras personas que llevan más tiempo y han aprendido mucho más. Pensando en ustedes, se los comparto.
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1. Dale sabor al caldo de verduras
¿Les ha pasado que a esa sopa le falta algo? Digámoslo con todas sus sílabas: a ese caldo vegetariano le hace falta sabor. Pero no desesperes ni trates de recurrir al de pollo. Cuando estés hirviendo el caldo de verduras, agrega una rama de apio (con todo y sus hojas). Esto le dará mucho más sabor, incluso, un poco de aroma de caldo de ave. Es algo sorprendente que te hará olvidar esos caldos concentrados que requerían la sopa.
2. Conoce más sustitutos de huevo
En este viaje de investigación que empecé hace unos meses, sobre todo en la repostería vegetariana, he notado que hay muchísimos sustitutos de huevo. Más que sólo estos 7. Por ejemplo, recién descubierto que la harina de arroz, las calabacitas o incluso el agua pueden cumplir con esta función. Muchísimos elementos pueden sustituir el huevo, ¡No te desesperes!
3. Completar proteínas
¿Sabías que al combinar un grano entero con una legumbre obtienes proteína completa? Así es, así que deja de preocuparte de que sólo hay poca proteína vegetal: tú mismo puedes completar las cadenas de amino-ácidos con esta combinación. Eso sí, que el grano sea entero: por ejemplo, si es arroz, que sea integral.
4. Conoce mejor los productos
Es verdad, muchas marcas que encuentras por ahí no son lo que parecen. A veces encuentras leche de soya en polvo que compruebas tienen sabor a cartón, caldos de verduras desabridos (y caros), o productos de gluten con poco sabor. Si con otro tipo de productos sucede, en definitiva que no todos los productos vegetarianos son creados iguales. Hay algunos buenísimos, y otros que dejan mucho que desear, sin embargo no te decepciones de todos al mismo tiempo.
5. Haz amigos vegetarianos y comparte tus tips
La era del internet nos ha hecho compartidos, por lo que eso de guardar las recetas y no compartirlas nunca está pasado de moda (recuerden, el sazón es algo muy personal, nadie cocinará jamás igual que tú). Para un vegetariano o vegano es esencial hacer amigos y compartir: para sentir apoyo y aprender más cosas. Mucho de lo que sucede en nuestras cocinas es, sí, experimental, y cuando hacemos un gran descubrimiento que nos facilita la existencia, lo mejor es compartirlo. Y quién sabe, la otra persona podría aportarte algo de lo que no tenías idea.
¡Arriba corazones, no es tan difícil!