Cerca de 1.300 estudiantes que conforman la Glasgow University Cimate Action Society (GUCA) han logrado que su universidad rompa relaciones con compañías petroleras como BP, Chevron y Shell. La Universidad de Glasgow es la primera en Europa que “desinvertirá” cerca de 23 millones de euros en energías fósiles durante los próximos 10 años.
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Varias universidades, principalmente 13 estadounidenses impulsadas por Stanford, se han unido al movimiento que influyó al Reino Unido. Las próximas podrían ser las universidades de Edimburgo y Oxford. Las casas de estudio británicas tienen inversiones en el sector petrolero por más de 6.000 millones de euros, algo no muy conveniente teniendo en cuenta que son fuentes de conocimiento que pueden invertir en tecnología para el futuro y dejar atrás los anticuados hidrocarburos.
La campaña mundial DivestInvest es una iniciativa que agrupa a más de 800 compañías en el mundo, fundaciones, gobiernos locales y hasta grupos religiosos con el compromiso de “desinvertir” 36.000 millones de euros en los próximos 5 años. El dinero que se “desinvierta” será utilizado para el estudio de energías renovables y dar el paso que nos aleje de los combustibles fósiles.
Glasgow hace el anuncio dos semanas después de que la familia Rockefeller diera a conocer su ingreso a esta campaña mundial. Algo que sonaría a que ayudar al planeta está de moda, pero con un trasfondo con más sentido. Glasgow es una ciudad que contribuyó de manera especial a la revolución industrial y ahora, con la decisión de la universidad, sabemos que en verdad es tiempo de movernos hacia la una nueva revolución energética.
Las universidades tienen el poder de encaminar el talento de las personas que se desarrollan en ellas. Si logran inculcar una cultura de respeto hacia la naturaleza, que no acepte más carbono que el necesario en nuestra atmósfera, podemos pensar que la calidad de vida será mejor en el futuro.
