Las especies invasoras lo son porque tienen esa facilidad para adaptarse a un ecosistema que no es su hábitat natural pero encuentran todo lo que necesitan para vivir. Sin embargo hay algunas condiciones que favorecen su reproducción y lo que es más triste, la destrucción de la flora y fauna que los rodea.
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Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Carolina del Norte (UNC-Wilmington) sugiere que el aumento en la temperatura del océano propicia el desarrollo de especies invasoras. El equipo monitoreó las temperaturas del agua a diferentes profundidades entre 4-15 metros y las especies que se encuentran presentes en ellas en las aguas de Carolina del Norte que han tenido variaciones históricas de transición entre aguas tropicales y templadas.
Los resultados obtenidos, aunque alarmantes, no son sorprendentes: las más cálidas están llenas de especies invasoras. Por debajo de los 37 metros, el agua helada de las profundidades aún es relativamente cálida y la especie más abundante es el pez león. Esta especie que amenaza el caribe no llegó a Carolina del Norte hasta 2003 y en poco más de una década es la más común en este lugar.
Aunque la geografía de algunas regiones dificultan el traslado de especies que buscan lugares más cómodos ante los efectos del cambio climático. A diferencia del océano, en tierra firme se pueden encontrar algunas barreras naturales y otras son puestas por el hombre como carreteras. Pero en el agua, la pesca excesiva de especies valoradas en el mercado, la acidificación del mar, contaminación del mar, entre otros problemas, hacen que el ecosistema se debilite y favorecen la entrada de especies nada amigables.
Estas especies no tienen problemas como las locales, no tienen depredadores naturales pero sí depredan a las más débiles. El pez león ha encontrado su lugar entre los arrecifes de coral, los destruyen y reducen la biomasa. Además de que encuentran un lugar lleno de comida, la temperatura cálida hace que se sienta en el paraíso. Estas cosas que no vemos porque están en el océano y muy lejos de nosotros también son nuestra responsabilidad. Debemos tomar acciones individuales frenar el cambio climático, reducir nuestros residuos y proteger los ecosistemas marinos.