Una cigüeña proveniente de la localidad vizcaína de Plentzia fue encontrada en una planta petrolífera de Argelia.
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El héroe de esta historia se llama Zaim Beddiaf, él la encontró semihundida en una balsa de decantación utilizada para recoger las aguas y restos de tierra y roca procedentes de una perforación petrolífera.
Afortunadamente Zaim supo identificar al ave por un código de lectura que tenía el ave en las patas y dio aviso oportuno a la Sociedad de Ciencias Aranzadi de San Sebastián asociación que desde 1947 se ha dedicado a la investigación científica, cosa que ha llevado a elaborar sistemas de cuidado de la biodiversidad.
La identificación que esta cigüeña portaba en su patita, dio un dato bastante curioso ya que resultó ser nieta de Uzelia, la primera cigüeña que se reprodujo en la biósfera de Urdaibai al norte de España.
Las cigüeñas son aves migratorias y esto significa que tienen que sobrevivir largas distancias buscando alimento y calor, por ello muchas se quedan cerca de industrias o grandes estructuras que generan calor. Por eso es muy importante darle capacitación a los empleados para que auxilien a cualquier ave y que notifiquen a las autoridades correspondientes para su óptimo tratamiento, justo como lo hizo Zaim Beddiaf, a quien todo el equipo de VeoVerde la manda un gran aplauso.