El miércoles 3 se anunció el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, obra enorme que se situará junto al viejo aeropuerto, en él se invertirán 120 mil millones de pesos esperando que sea un puente más para la conectividad global de México.
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Muchas son las aristas de este proyecto y aquí en VeoVerde nos hemos dado a la tarea de mencionar cuáles serán las cualidades ecológicas de este megaproyecto.
El aeropuerto será construido y diseñado por Norman Foster, reconocido arquitecto británico, con muchísimos años de experiencia en el ramo y Fernando Romero, quien trabajó en la terminal de Toluca, Estado de México en el 2006 y también diseñó el Museo Soumaya. Estas dos mentes se han unido para trabajar en un proyecto muy ambicioso, con proyecciones hasta el 2062.
Según las perspectivas en 3D que nos muestra un video hecho por el gobierno federal se muestra una estructura sin paredes, llena símbolos mexicanos, con un techo transparente en la forma de una gran X. Para muestra, este vídeo:
¿Pero qué hay del lado verde?
Al parecer todo girará en torno al beneficio del medio ambiente, la Presidencia de la República así lo afirma en su página de preguntas frecuentes:
¿El proyecto del nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México afecta el medio ambiente?
No, al contrario, tiene un alto compromiso ecológico. El proyecto permitirá el rescate de una zona ambientalmente degradada, así como prevenir inundaciones en el Valle de México. Será líder global en responsabilidad ambiental: 100% del suministro para su operación provendrá de fuentes energéticas renovables, se considera una reducción en el consumo de agua potable, 70% del uso del agua vendrá de sus propias aguas residuales tratadas. Además se disminuye el ruido en comparación con el AICM, se atenderá el problema de la basura y los malos olores y se rehabilitará una zona deforestada.
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La reforestación de la zona que se planea ocupar también es parte del proyecto. Aún se desconoce el área que cubrirán los nuevos árboles, pero también se dijo que contará con una área habitacional para todos sus trabajadores, cuestiones fundamentales para mantener un bajo impacto ambiental, ya que al estar cerca de sus trabajos las personas pueden optar por transportes más amigables.
Además de usar esta zona prácticamente baldía, el diseño del NAICM aprovechará las características del ambiente mexicano ya que durante la mitad del año se trabajará con el aire a temperatura ambiente, y la otra mitad se ocupará un mínimo de calefacción, ya que se empleará un técnicas de distribución del aire a través de tuberías en las losas, aislamiento térmico y captación de energía.
La constitución de los techos transparentes traerá como consecuencia el aprovechamiento de la luz natural, como se ha hecho anteriormente en otros aeropuertos como los de Beijing y Bangkok.
La arquitectura mexicana ha dado muestra de obras sublimes, desde el Palacio de Bellas Artes hasta el Museo Nacional de Antropología y es en este tipo de obras donde se puede lucir más, dándole un enfoque amigable con el ambiente.
Este aeropuerto busca ser el más sustentable del mundo, el primero en calificar para la certificación Leed Platinum, compartiendo esta categoría con otros edificios como The Crystal de Siemens en Londres o las oficinas centrales de Manitoba Hydro en Canadá.