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El carrito consiste en una base que sostiene el cuerpo del chihuahua con tiras de velcro y 4 ruedas que lo sostienen a la altura de sus patitas traseras. El soporte le permite balancear su cuerpo mientras se empuja con las patas para desplazarse con las llantas.
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Mark diseñó las nuevas piernas de Roo en sólo 20 minutos con un programa de modelado en 3D. 4 horas más tarde, el carrito de TurboRoo estaba impreso. Mark compró unas ruedas para patines en línea para darle a Roo un movimiento sin demasiada resistencia y adaptarlas al diseño. Así la vida del cachorro cambió por completo en una tarde.
Una persona se encargó de recaudar fondos para el futuro de Turbo Roo, la meta inicial era de $3.000 y logró reunir $3.600. Este dinero se utilizará para conseguir nuevos carritos conforme vaya creciendo. TurboRoo corre más rápido cada semana y va creciendo de lo mejor, él es un gran ejemplo de que los perritos con discapacidades también merecen un hogar, pueden tener una gran vida y mejorar la de sus dueños.
¿No te parece adorable?
