En la naturaleza todo está conectado. Entre todos los organismos se crea una relación mágica en la que sin comunicarse, pueden establecerse alianzas. Un ejemplo de esto que ha llamado la atención de biólogos de la UNAM es la relación de colaboración entre algunas plantas y hormigas para defenderse de posibles depredadores.
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Hay plantas que poseen glándulas conocidas como nectarios extraflorales, éstas no tienen relación con las estructuras que atraen a los polinizadores como las flores. A diferencia de ellas, estos nectarios son un mecanismo de defensa de la planta que ofrecen un compuesto azucarado que atrae a las hormigas para defenderla de depredadores como algunos animales hervívoros.
El Instituto De Ecología AC (Inecol) trabaja en un proyecto conjunto con el Instituto de Biología de la Universidad Autónoma de México (UNAM) para estudiar los nectarios extraflorales de algunas plantas en la Estación de Biología Tropical de Los Tuxtlas en el Estado de Veracruz.
El Dr. Armando Aguirre del Inecol explica que los nectarios extraflorales más comunes se encuentran en las hojas, ramas, frutos, botones florales y tienen diferentes formas; los hay con escamas, elevados, aplanados e incluso algunos que parecen orificio. Las hormigas y las plantas con estos nectarios tienen una relación de beneficio mutuo que puede llegar a niveles tróficos con efectos negativos o positivos sobre la reproducción de las plantas.
Los nectarios son, básicamente, mecanismos de defensa de la planta. Dependiendo su ubicación, en la base o cerca de las flores, algunos polinizadores podrían ser ahuyentados por las hormigas que se encuentran en la planta porque encuentran en ella una fuente de alimento. Esto podría tener un efecto negativo en la reproducción de la planta, pero en otro sentido, las hormigas estarían ahuyentando algunos insectos depredadores de las flores.
El estudio de los nectarios extraflorales servirá como base para el futuro de la investigación sobre la relación planta-animal y encontrar la forma en la que estas alianzas pueden beneficiar a los organismos desde puntos de vista morfológico-funcional, ecológicos y evolutivos. Lo que sí es seguro es que la naturaleza tiene conexiones que han sobrepasado el entendimiento humano y que estamos por descubrir.
