Querido Apple, anótate otro punto en contra de Grupo México y sus “prácticas ambientales”.
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El viernes pasado se dio a conocer, a medios y público en general, el derrame de 40 millones de litros de ácido sulfúrico con metales pesados en el río Sonora, procedente de la mina de Cananea — hecho que fue ocultado por su dueño, Grupo México, por unos días.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que se detectaron importantes concentraciones de metales pesados, como arsénico, cadmio, aluminio, hierro, manganeso, níquel y cobre, en niveles superiores a las permitidas.
La presencia de estos elementos representa un serio peligro para la salud humana, por lo cual se ha pedido a la población que se aleje del cauce. Ya se han reportado muerte de peces y esperan afecte también al ganado.
Según Conagua, la empresa ocultó deliberadamente esta falla. Fueron los habitantes de la comunidad Bacanuchi, a 80 kilómetros de la mina, hicieron el reporte a las alcaldías correspondientes.
Según la empresa el derrame se originó a partir de una falla estructural en una represa dedicada para el reuso del sulfato de cobre acidado. En concreto, se botó un tubo de la estructura, lo que permitió la salida de acido sulfúrico, sulfato de cobre y una mezcla de metales pesados.
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Grupo México deberá pagar el daño ambiental que causó, además de pagar las multas que serán impuestas por la misma Conagua y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) — alcanzando unos 20 mil salarios mínimos.
Por lo pronto, la emergencia en el río Sonora continúa. Los municipios de San Felipe, Arizpe, Aconchi, Banamichi, Ures, Baviácora y Hermosillo, se consideran en emergencia. Conagua y otras dependencias tratan de abastecer de agua a estas comunidades, con pipas, garrafones o botellas… pero no han alcanzado a cubrir en su totalidad.
Este es otro ejemplo más de cómo, empresas como Grupo México, siguen dañando al ambiente, generando un impacto que puede tardar meses, quizá años en solucionarse. Además, no tienen la responsabilidad ambiental, ni social que dicen tener — al menos esa que se creen sus clientes —.
El caso se presentó a la Comisión Nacional de Derechos Humanos para iniciar una investigación por posible violación a los derechos humanos a los habitantes de la región, quienes en lugar de recibir un aviso, asesoría o algún tipo de plan emergente, ellos mismos fueron quienes levantaron el reporte.