El origen del cultivo de olivas se remonta hace unos 6 mil años en Asia Menor. De hecho, este tipo de cultivos es uno de los más antiguos desarrollados por el hombre. En el año 600 a.C., fue introducido a la península Ibérica por los griegos, y posteriormente se difundió por gran parte de lo que hoy es España. A partir del siglo XVI, durante el gran movimiento migratorio español, se inició un gran intercambio de especies vegetales y animales con el nuevo mundo, siendo el más importante el olivo, por tener un carácter religioso (¿les suena el Huerto de los Olivos de hace unos 2 mil años?).
Actualmente, hay más de 2 mil variedades de olivos en todo el mundo, y dependiendo de su relación clima-suelo-manejo agronómico, poseen cualidades propias en cada país que se cultiva. De las olivas se producen las aceitunas, y también el aceite de oliva, el cual se ha usado con muchos propósitos durante varios años, debido a que es un aceite muy sano y delicioso.
Entre los beneficios del aceite de oliva se destaca que contiene una gran cantidad de ácidos grasos monoinsaturados, llamados Omega 9 (más de un 70%), que aumentan el nivel de colesterol HDL (bueno) y disminuye el colesterol LDL (malo), por lo que facilitan la eliminación de acumulación de placas en las paredes arteriales, lo que contribuye a disminuir el riesgo de las enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares.
A pesar de que también es grasa, cocinar y aderezar con este aceite es mucho más sano, ya que no queda en exceso en la comida (por ejemplo, cocinar papas fritas con aceite de oliva es mucho mejor que cocinarlas con aceite de maravilla).
Si sufres alguna quemadura de sol o directamente por fuego, luego de lavar la zona, debes rociarla con aceite de oliva para aliviar el dolor. Y si quieres evitar que se produzca una ampolla, esparce encima un poco de sal marina. Al principio puede arder un poco, pero es muy efectivo.
Y si quieres tener tus hierbas frescas durante todo el año, puedes congelarlas en una cubetera con aceite de oliva. También puedes conservar aceitunas en este aceite y quedarán buenas durante mucho tiempo.
Ya que el aceite de oliva es rico en vitaminas A, E y antioxidantes, es muy bueno para proteger y dar brillo al cabello. De hecho, puedes usarlo como acondicionador y traerá de vuelta la humedad de tu cabello, dejándolo con un aspecto saludable y brillante.
Esos son algunos beneficios del aceite de oliva, y si ya te decidiste a comenzar a usarlo, te recomiendo que consigas los que son “extra virgen”, ya que todas las propiedades que te nombré anteriormente, se contienen en mayor cantidad en este tipo.