En el hemisferio sur seguimos con temperaturas bajas, donde las cremas se reciben de buena manera para calmar el hambre y los tiritones del cuerpo. Si estás con poco tiempo, puedes preparar una crema ligera de espinacas, aprovechar su exquisito sabor y sus increíbles propiedades. Las espinacas tienen un alto contenido de proteína, más que el brócoli y la col rizada.
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Además, es rica en vitamina A, vitamina K y una excelente fuente de ácido fólico, importante en especial para mujeres embarazadas y lactantes. Contiene minerales como magnesio, hierro, potasio y manganeso; buena fuente de fibra y ácidos grasos Omega 3. ¿Alguna duda para cocinar esta crema? Sigue leyendo las maravillas de la espinaca y descubre otras preparaciones para encantar paladares y darle un empujón a tu salud.
Ingredientes
- 500 gr. de espinacas frescas
- 50 gr. de leche evaporada (se puede sustituir por 50 gr. de leche + una cucharadita de maizena)
- 150 gr. de leche
- Una cucharada de harina
- Un ajo picado
- Aceite, sal y pimienta (a gusto)
Cómo preparar la crema de espinaca ligera
- Cocemos las espinacas (también se pueden hacer al vapor) durante unos 5 minutos.
- Mientras doramos el ajo picado en una sartén con un poco de aceite.
- Añadimos la harina, removiendo para que no salgan grumos.
- Poco a poco incorporamos la leche normal y la evaporada, haciendo una especie de bechamel ligera.
- Una vez cocidas las espinacas las escurrimos y las añadimos.
- Trituramos hasta que quede homogéneo y con una textura de crema.
* Si se quiere espesar más la bechamel, añadir una cucharadita de maizena disuelta en un poco de leche.
Fuente: Cocinando en Marte