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Guayule y el cuachalalate, plantas anticancerígenas

Uno de los principales problemas de los tratamientos tradicionales para el cáncer es que no sólo destruyen las células cancerosas sino también las sanas y

Uno de los principales problemas de los tratamientos tradicionales para el cáncer es que no sólo destruyen las células cancerosas sino también las sanas y cuando alguien está enfermo, seguir deshaciéndose de ellas no es lo más óptimo. Por esta razón cada vez se experimenta más con medicina alternativa.

Mucha de esta nueva medicina contra el cáncer proviene de las plantas y algunos animales. Durante varios años se ha experimentado a fin de aislar nuevos compuestos que puedan ser utilizados en el tratamiento médico contra esta enfermedad de una manera más efectiva.

Científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han estado trabajando con dos tipos de plantas que hasta ahora han dado muy buenos resultados y en una etapa próxima podría empezar a utilizarse en humanos. El guayule (Parthenium argentatum) y el cuachalalate (Amphipterygium adstringens) son plantas nativas de México y podrían hacer la diferencia en la cura del cáncer humano.

Los tratamientos diseñados con estas plantas están a la par de otros medicamentos para tratar el cáncer al menos en las pruebas. Su uso retarda el crecimiento tumoral además de ser poco tóxico para el cuerpo. La eficacia de estas plantas reside en la gran cantidad de triterpenos que contienen, esta sustancia funciona como antinflamatorio e inhibe la propagación de células cancerosas.

Los resultados

Hasta ahora los compuestos obtenidos se han probado sólo en ratas y los resultados han sido positivos en el tratamiento células tumorales humanas de próstata, mama y algunos otros. Tanto el guayule como el cuachalalate ya se han utilizado con anterioridad en la elaboración de productos hipoalergénicos y medicinales, respectivamente.

Los compuestos aislados de estas plantas atacan principalmente a dos enzimas, la AKT y la NF-kappa, ambas se sobrexpresan en diferentes clases de cáncer pero en especial la AKT está muy presente en dos de los más comunes, el de mama y próstata.

Las pruebas preclínicas están listas, la siguiente etapa sería probar su eficacia en humanos. Esperemos no estar muy lejos de esta posibilidad y ojalá muchas vidas mejoren con este tipo de medicamentos más naturales.

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