En esta era el plástico está presente en todas partes y para qué estamos con cosas: es sumamente necesario. El problema es que sus deshechos bloquea los vertederos, ensucia los océanos y puede ser perjudicial para distintos organismos, plantas, animales, incluso para el mismo ser humano.
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Como una forma de generar menos impacto, en el último tiempo varios laboratorios han desarrollado plásticos biodegradables en base a azúcar, permitiendo que estos desechos puedan volver a la naturaleza en un plazo menor a 4 años, dependiendo de las condiciones. El problema de estos plásticos, que ya es infinitamente menor a lo que genera el petróleo, es que usan azúcares derivadas de plantas, maíz u otros productos naturales, lo que podría ser negativo si consideramos la crisis alimentaria por la que pasan algunos países del mundo.
Pensando en una solución a este problema, un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford en conjunto a la empresa Mango Materials están desarrollando un plástico especial que requiere metano para su producción. Perfectamente podría transformar residuos de rellenos sanitarios y de plantas de tratamiento de aguas residuales en este material, explica el portal IFL Science!.
El nuevo sistema es increíblemente verde. Usa bacterias que no han sido modificadas genéticamente y que son capaces de utilizar el metano presente en el ambiente y en algunos nutrientes para producir PHA (polyhydroxyalkanoate). Los plásticos además pueden ser degradados anaeróbicamente en un proceso que produce metano para producir más plástico.
Por ahora el equipo está retocando el sistema agregando compuestos que alteran las propiedades de los plásticos, para ofrecer una amplia gama de aplicaciones industriales.
“Actualmente estamos enfocados en aplicaciones en las que la biodegrabilidad es clave”, dice Molly Morse, director general de Mango Materials.
Otro de los beneficios es que el metano es muchísimo más barato que el azúcar, al usar bacterias silvestres en lugar de bacterias modificadas genéticamente. La mejor característica de este sistema es que incluso puede usar gas de efecto invernadero en la creación del material. Además podría tener un uso potencial en sistemas de tratamiento de aguas servidas, rellenos sanitarios y en cualquier tipo de instalaciones que generen este tipo de gas, uno de los causantes del efecto invernadero.
