En varios países, para el domingo de Pascua de Resurrección, a los niños les regalan huevitos de chocolate diciendo que fue un conejito el que se los trajo. Pero en Australia, quisieron darle un giro a esta historia y decidieron usar la Bilby, un pequeño y tierno marsupial originario del país y que lleva años en peligro de extinción.
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“Bilbies de chocolate, no conejos, para una Semana Santa australiana”, dice la campaña que lleva casi 2 décadas en Australia, para proteger a esta especie que en algún momento solo contó con 600 ejemplares libres debido a la introducción artificial de zorros, gatos y conejos
Australia es el único país del mundo donde es un animal autóctono el que reparte los huevitos. La campaña tiene como gran propósito educar a la población sobre sus especies endémicas, para que las conozca y las cuide, y para dar a conocer los peligros de los conejos como especie introducida.
La historia oficial para los niños es que el conejito de pascua necesitaba repartir los huevos en Australia, pero que ningún conejo lo quizo ayudar, ¡entonces llegó Bilby al rescate! y ahora es el embajador del conejito en Australia. Este “cambio de mando” de conejo a bilby fue pacífico y con un lenguaje que no promoviera el odio a los conejos (aunque son una plaga en este país).
Gran parte de los fondos recaudados de los bilbies de chocolate van a un fondo destinado a protegerlos, y se han comenzado programas de reproducción en cautiverio, se han construido reservas libres de depredadores y se ha logrado estabilizar la población de estos marsupiales.
¿Se imaginan usar animales autóctonos en estas fiestas? Imagínense al Viejo Pascuero (o Papá Noel) llevado en un trineo tirado por pudúes, o que en vez de un hada de los dientes fuera una mariposa monarca, en fin. Podríamos imitar esta gran idea de los australianos y dar más protagonismo a los animales de nuestros países.
Fuente: Bilby, el marsupial que le quitó el trabajo al conejo de Pascua
