Las conchas de los crustáceos son una maravilla de la naturaleza. En su composición incluyen una amplia variedad de proteínas, lípidos, pigmentos carotenoides —que les dan ese color rosáceo—, quitina y calcio. Además de proteger a estos animales, una vez que han cumplido su función pueden tener otras aplicaciones útiles para los humanos.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Sonora desea aprovechar estas conchas para obtener lactacto de calcio, una sal que puede utilizarse en el sector alimenticio e incluso darle un uso farmacéutico ya que tiene propiedades que previene el crecimiento de hongos y levaduras, lo que lo convierte en un conservador natural.
El lactato de calcio también puede ser utilizado como suplemento alimenticio por su absorción intestinal. Si se incluye en algunos alimentos sin azúcar ayuda a remineralizar los dientes previniendo su caída. Las sales de calcio se obtienen por medio de tratamientos ácidos de desmineralización para extraer y purificar la quitina, una sustancia de la que se puede obtener bioplástico.
Para el experimento se utilizaron cáscaras de jaiba que recolectó una empresa de plantas procesadoras de crustáceos en Navojoa, Sonora. A través de un método de fermentación con microorganismos que producen ácidos para purificar y conservar estos desechos, se obtiene quitina, sales de calcio y proteínas; se puede prescindir de agua en el proceso, lo que lo hace aún más sustentable.
Aunque el proceso se encuentra en fase experimental, se espera una gran aceptación de esta técnica en empresas de la región, ya que el estado de Sonora es de los principales productores de camarón en el país. Las condiciones de clima favorecen la exploración de alternativas que permitan el aprovechamiento de estos residuos del que se pueden extraer productos de alto valor comercial.
El desecho orgánico del procesamiento de crustáceos en grandes cantidades puede ser peligroso y un factor de contaminación ambiental; de aceptarse este proceso en la industria, tanto el sector público como el privado deben garantizar el manejo adecuado de los residuos.
La naturaleza nos permite obtener de ella muchas cosas, pero si no la tratamos con el cuidado que merece, puede ocasionar graves problemas para los que posiblemente no estemos preparados. Antes de implementar cualquier actividad en ella, se debe asegurar que el proceso sea sustentable y amigable con el medio ambiente.
Fuente: Obtienen derivados de calcio con desechos de crustáceos (La Jornada)