El té es la bebida ideal para acompañar un pastel, pero no cualquier té queda con cualquier pastel. Aprende a combinarlos de manera que los sabores sean sublimados en lugar de competir. ¡Es sencillo! Piensa en la forma en que se marida el vino: un vino tinto, robusto, va con carne roja. Se trata de encontrar las notas características de la comida y repetirlas en la bebida.
PUBLICIDAD
Aquí tienes una pequeña guía:
- Los pasteles pesados, con consistencia muy húmeda como brownies y sacher torte, (el chocolate es común en este tipo de pasteles) se maridan con tés fuertes y de cuerpo completo. El té de ceilán es la mejor opción en estos casos.
- El té negro y el ooolong son más ligeros que el ceilán, y tienen un toque como de licor o de nueces. Combina estos tés con merengues y sabores a limón, como tartas o pasteles rellenos de lemon curd.
- El té blanco es el mejor amigo de los frutos rojos: los éclairs rellenos de fresas frescas o las crepas con frambuesa y crema son ejemplos de maridajes perfectos para este té.
- De la misma forma, los tés ahumados y especiados como el Earl Grey se llevan con pasteles especiados como el de calabaza y canela, o los pasteles de nuez.
- Acompaña un pastel de lavanda y miel con un té floral, de rosas, por ejemplo.
Recuerda que el tiempo de infusión de cada tipo de té es diferente, aquí tienes una guía sobre esto. Si lo tomas con leche, pon primero ésta en la taza y después vierte el té caliente. Se pensaba que esto era para proteger la porcelana de la taza, en realidad es la manera ideal de que el calor del té no cueza la leche, porque esto puede resultar en sabores desagradables. Ahora sí, ¡buen provecho y salud!