Los manglares venezolanos abarcan más de 2.200 kilómetros cuadrados, ubicándose como una de las mayores regiones ecológicas de manglar en América del Sur, pero ese número se está reduciendo en forma constante.
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Los datos recientes satelitales muestran que las acciones humanas están acabando con los bosques de manglares, incluso más rápido que las estimaciones anteriores.
Investigadores del Servicio Geológico de EE.UU. y la NASA encontraron una notable disminución en los manglares venezolanos, un 12,3 por ciento menos área que lo estimado previamente.
“Nuestros programas de evaluación, por primera vez, muestran el alcance y la distribución de los bosques de manglares del mundo a unos 30 metros de resolución espacial, la más alta y exacta utilizada hasta ahora”, dijo el Dr. Chandra Giri del Servicio Geológico de EE.UU (USGS siglas en ingles).
A lo largo de la orilla del lago de Maracaibo, cerca de la costa venezolana, desechos plásticos, los sedimentos de aguas residuales y petroleo, el escurrimiento de plaguicidas a partir de las operaciones agropecuarias, están contaminando el agua entre los manglares y destruyendo el hábitat de los animales acuáticos como tortugas, cangrejos, peces y mariscos.
Aunque los manglares venezolanos están protegidos específicamente a través de un decreto presidencial, y muchos de los bosques de manglares de la región se encuentran dentro de los límites de las unidades de alto nivel de conservación, el crecimiento demográfico y el urbanismo sin control también hacen lo suyo al deforestar y expandirse sin valorar tan importante ecosistema.