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Los niños no aprenden a dormir

¿Cuál es la primera reacción que tienen cuando escuchan a un bebe llorar?¿van a verlo, o lo dejan llorar hasta que se quede dormido?

Muchos padres creen que lo mejor es hacer dormir lo más posible a los bebes para que se desarrolle de mejor forma su cerebro. Y que dejarlos llorar en sus cunas para que así aprendan a que deben dormir solos. Ellos quieren inconscientemente, que los bebés se adapten a sus necesidades. Este método, llamado el método Estivill, desarrollado por el pediatra Richard Ferber,  tiene detractores y adherentes.

Para los que no son padres les explico en qué consiste el método; Ferber explica cómo puedes enseñar a tu bebé a que se duerma él solito cuando está física y emocionalmente preparado para ello. Generalmente, esto ocurre en algún momento entre los 4 y los 6 meses. Recomienda seguir una rutina para irse a dormir cálida y cariñosa, y luego poner a tu bebé en la cama despierto y dejarlo solo (aunque llore) durante periodos de tiempo cada vez más largos. Poner el niño en la cama despierto, dice Ferber, es crucial para enseñarle con éxito a dormirse él solito.

Los padres tienen que ir a consolar al bebé después de cada periodo de tiempo predeterminado, pero no cogerlo en brazos ni darle de comer. Esta rutina se llama “espera progresiva”. El tiempo de espera sugerido, que Ferber detalla en su libro, está basado en lo cómoda/o que tú te sientas con la técnica, cuantos días la hayas estado utilizando y cuántas veces hayas ido a ver a tu bebé esa noche.

Después de unos días a una semana de ir incrementando el tiempo gradualmente, la teoría es que la mayoría de los bebés aprenden a dormirse por si mismos al haber descubierto que con llorar sólo consiguen que vayas a verlos brevemente.

María Berrozpe, autora del “Debate Científico sobre la realidad del Sueño Infantil” explica que hace dos años leyó las declaraciones del doctor Ferber en un periódico asegurando que desde el mundo científico no recibía reproches a su método.

“No estoy de acuerdo. En el mundo científico del sueño infantil hay un acalorado debate que ni se puede ni se debe negar a los padres. Desde el cuestionamiento del sueño en solitario o las diferentes técnicas para establecerlo, hasta los factores relacionados con la muerte súbita del lactante, todo está en entredicho y, a día de hoy, hay muy pocas verdades establecidas”.

La doctora señala que el método no es correcto, además de tiene en sus mismas raíces un error fundamental: la ciencia del siglo pasado convirtió una costumbre establecida culturalmente, el sueño en solitario de nuestros hijos es una cuestión de salud y ciencia. Los defensores de este método siguen considerando que el niño que a los 6 meses no es capaz de dormir en solitario toda la noche tiene una enfermedad llamada insomnio infantil por hábitos incorrectos que si no se soluciona le producirá problemas de sueño en el futuro. Pero hoy está perfectamente demostrado que el sueño en solitario no es imprescindible para tener un sueño saludable.

Además no todos los niños logran dormir solos. Unos lo lograrán antes y otros después. Lo único cierto es que todos lo harán cuando estén preparados, independientemente de que se hayan aplicado o no este tipo de métodos de adiestramiento, lo que demuestra que, a largo plazo, es absolutamente innecesario.

Berrozpe señala que las consecuencias que puede traer utilizar el método Estivill a los niños es cruel, e inecesario, además aplicando el método Estivill si,  posiblemente conseguiremos que los niños logren dormir solos pero ¿A qué precio? .

Es nuestra responsabilidad saber hasta qué punto podemos exigir o no a nuestro hijo para no superar su capacidad natural de adaptarse a esta exigencia cultural.  Y es evidente que obligar a nuestro hijo a dejar de reclamarnos a base de no atenderle tal y como él necesita no es respetar su bondad de ajuste personal o su reloj biológico.

Todos somos diferentes, por ello que este ordenamiento guarda relación con cada organismo en particular, es por eso que hay personas que alcanzan su equilibrio siendo nocturnas, y otras por el contrario, aprovechando los primeros rayos del sol. Hay las que, como el metabolismo, deben dormir durante pequeñas porciones de tiempo, para estar cómodos.

Si a un niño tratas de adaptarlo a un horario, en su edad adulta no es seguro que siga la rutina tampoco. Ya que el núcleo supraquiasmático  es un centro primario de regulación de los ritmos circadianos mediante la estimulación de la secreción de melatonina por la glándula pineal. Este proceso es el que lleva a definir nuestro reloj biológico. Nuestros tiempos para despertar y para dormir, en términos simples.

En conclusión; no podemos predisponer o exigir un horario para despertar o dormir, si nuestro reloj biológico no puede, cada uno debe, con el tiempo y el estilo de vida, adaptarse a ello.

 

Fuente: Los niños no aprenden a dormir, no hagan llorar a sus hijos

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