La gran idea de Pepe Mujica de que el Estado uruguayo se convirtiera en productor de cannabis medicinal (por la que fue postulado al Premio Nobel de la Paz), fue legalizada por el parlamento y se definió que el precio será 1 dólar la dosis. Esto termina con el narcotráfico y le abre la puerta a una planta satanizada por concepciones morales más que de salud pública, que tiene pruebas científicas de que aporta en el tratamiento de muchas enfermedades.
También está claro que en Holanda existe legalidad y en Colorado y Washington permiten uso recreacional de la marihuana, mientras que en Massachusetts y California, se permite el uso medicinal. Pero ¿Qué sucede en el resto del mundo?