Desde hace meses una palabra está haciendo ruido en México pues en aras de la Reforma Energética y, por terrible que suene, no parece que se vaya a impedir. El fracking o fracturación hidráulica, es un método que se utiliza para extraer el gas de lutitas o gas shale.
La lutita es una roca que se encuentra a una profundidad de hasta 4 km de la tierra que, por metamorfismo — transformación sin cambios en su composición química o mineral cuando es sometida a temperaturas o presiones diferentes a las que le dieron origen o por inyección de fluidos — puede convertirse en pizarra y guarda entre su composición, petróleo y gas natural.
El fracking consiste entonces en perforar la tierra hasta encontrar lutita e inyectar una mezcla de agua, arena y químicos que fracturen la roca y liberen el gas contenido en ella. Durante el proceso se utilizan millones de litros de agua que se contaminan y son imposibles de tratar para su reutilización, además desprende enormes cantidades de residuos tóxicos.
México tiene la cuarta reserva más grande de gas de lutita en el mundo y la Reforma Energética alienta la práctica de fracking para extraer este combustible. Si es un procedimiento tan dañino, ¿por qué alguien se interesaría en una fuente de energía que es tan poco ecológica?
Para dar respuesta a esta pregunta, el presidente de Frack U. México, Joe T. Hodo nos explica por qué debemos dejar de preocuparnos por el fracking y aceptarlo de buena gana.
Aunque es una forma sarcástica de explicar en qué consiste el fracking, el video expone de manera sencilla y entendible las consecuencias que tendrá en el ambiente. Es importante que estemos informados sobre esta práctica pues, como ciudadanos de México y el mundo, tenemos la labor de hacer uso eficiente de los recursos que tenemos.
Si el problema del agua ya es grave en varios estados del país, el fracking afectaría de manera masiva nuestros mantos acuíferos reduciendo la cantidad de agua dulce disponible para consumo humano a cambio de contaminar nuestro aire. Sin mencionar algunos otros efectos colaterales como el posible aumento en la sismicidad por la fractura provocada en el suelo.
Los ingresos obtenidos en la venta gas shale difícilmente serán suficientes para combatir el daño ambiental que sufrirá nuestro país y efecto negativo en nuestra calidad de vida.En Europa gran parte de la ciudadanía se ha manifestado en contra del fracking, ¿qué haremos nosotros?
Fuente: Narco News TV (YouTube)