Un profesor de Harvard, Ed Glaeser, escribió un libro llamado “El triunfo de la Ciudad: Cómo nuestro mayor invento nos hace más ricos , más inteligentes , más verde , más saludable y más feliz”, donde afirma que vivir en una ciudad es mucho más verde que vivir a las afueras de ésta, en zonas rurales más cercanas a la naturaleza.
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Su idea se basa en que la ciudad da las condiciones para el progreso económico, la innovación y el bienestar. Glaeser utiliza un caso de estudio que compara los habitantes de Boston con sus homólogos de cercanías para demostrar su punto. En sus grandes casas, gastan más en energía y transporte.
” La casa suburbana estandarizada en el área de Boston produce casi seis toneladas más de dióxido de carbono por año que el hogar urbano normalizado. Somos una especie destructiva , y si te gusta la naturaleza, mantente alejado de ella”, afirma el profesor.
Sin embargo, el profesor parece solo haber estudiado las grandes construcciones, y no las pequeñas casas de campo, donde pueden sobrevivir con sus propias plantaciones, y no contaminan tanto como en las granes ciudades. Si bien, cada día las construcciones en las urbes buscan ser más verdes, vivir inmersos en la ciudad, casi siempre es sinónimo de contaminación, ya sea por la basura o por la mala calidad de aire, entre otros contaminante.
Aunque estoy de acuerdo con el profesor Glaeser cuando dice que somos una especie destructiva, pero creo que podemos aprender a respetarnos y respetar a la madre naturaleza.