Hay muchas razones por las que nos gusta el otoño, una de ellas es que la deliciosa calabaza está en temporada. Y sé que algunos están pensando en que quizás la calabaza no es tan deliciosa, pero no me volví fanática del sabor sino hasta que probé el delicioso pumpkin pie y la vi con otros ojos.
Pero la verdad es que de manera tradicional, en México comemos calabaza en dulce, o dulce de calabaza. Esta es la manera tradicional en la que se coloca en los altares de muertos, se comparte con la familia o se sirve en las modernas fiestas de Halloween (si lo digo es porque ya lo he vivido).
No les mentiré, el dulce de calabaza es un gusto especial que podría ser que guste más a muertos que a vivos, pero es un elemento que no puede faltar en un altar para las personas importantes de tu vida. Vale la pena probarlo.
Tiempo de elaboración | 6 horas
Dificultad | Media
Personas | 8
Ingredientes<
- 10 tazas de agua
- 14 conos de piloncillo
- 4 tazas de azúcar
- 8 astillas de canela de 2.5 pulgadas de largo
- 1 cucharada de semillas de anís
- 1 cucharadita de clavos de olor
- 2 calabazas de Castilla o calabazas de invierno, grandes
- 4 cucharadas de cal (Se encuentra en los supermercados mexicanos o donde venden materiales de construcción)
Calienta el agua en una olla grande y añade el piloncillo, la azúcar y la astillas de canela. Con un trozo de gasa, forma una bolsa y coloca ahí las semillas de anís y los clavos de olor. Ciérrala para que no se salgan y colócala en la olla con el piloncillo.
Cocina a fuego lento por aproximadamente tres horas, hasta obtener la consistencia de miel. Mientras tanto, parte las calabazas en trozos grandes y colócalos en una olla con suficiente agua que los cubra. Agrega la cal, para que la calabaza no se deshaga en la cocción, y deja remojar durante tres horas. Luego escurre y lava muy bien.
Combina la calabaza con la miel de piloncillo y cocine a fuego bajo, hasta que las calabazas estén suaves.
Fuente: Formula mexicana