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No sólo “el Chavo” puede disfrutar de una torta de jamón… ¡nosotros también!

La aventuras de una chilena en México. Vania nos cuenta de las variedades de tortas que te puedes encontrar en el exquisito camino de descubrir sabores. Sí, como la torta de jamón del Chavo del 8.

¿Quién no ha escuchado hablar de las famosas tortas de jamón? Varias generaciones, incluyendo la mía, crecimos viendo por TV cómo el Chavo del 8 saboreaba una, aparentemente, exquisita torta de jamón.

Si hablamos de tortas en México nos referimos a un delicioso sándwich típico –nada que ver con nuestras tortas chilenas– de ingredientes y preparaciones muy diversas según la región o estado en donde nos encontremos y cuyo denominador común es el pan salado de tipo bolillo o telera.

Éstas pueden ser frías, calientes, secas o ahogadas en salsa de ají –como en Guadalajara– y, si bien su contenido puede ser muy variado, en su mayoría llevan una base de tomate, cebolla, palta, ají en escabeche (opcional) y frijoles o porotos refritos, que son algo así como una crema espesa de porotos negros o bayos molidos de textura suave –ya sé, ustedes lo cuestionarán: ¿por qué crema de porotos en un sándwich?, si es un alimento pesado para la digestión, lo mismo pensaba hasta que lo probé–.

Algunos tipos de tortas son: las sencillas, pueden ser de carne asada, jamón, pierna, pollo, salchicha, entre otros; las combinadas, que llevan distinto nombre según la tortería, pero pueden combinar algunos de los siguientes ingredientes: carne asada, chorizo, jamón, milanesa, mole, pierna, pollo, queso amarillo, queso Oaxaca, queso panela, entre otros; las guajolotas o tortas de tamal, están rellenas sorprendentemente por un tamal, el símil de éste en Chile sería la humita; la cubana, que contiene ingredientes habidos y por haber; la hawaiana, con pierna de cerdo, piña, queso, vegetales; al pastor, contiene carne al pastor con queso; entre muchas otras que quedan en el tintero.

Como dejar de lado aquellas menos tradicionales, pero que destacan por la creatividad de sus autores al bautizarlas con nombres de famosos, por ejemplo: torta Lady Gaga, tortigringa con chorizo y la torta Juan Gabriel, torta sin chile o ají –¡ja!–. Por lo tanto, además de disfrutar de un exquisito refrigerio puedes pasar un muy buen momento riéndote de la creatividad de los ‘torteros’, sobre todo si te la comes en un carrito callejero.

Ya se podrán dar una idea de las razones por las que el Chavo del 8 soñaba con las tortas de jamón, la verdad es que el pan y la variedad de ingredientes, distintivo en la cocina mexicana, hacen que una torta sea un verdadero manjar, además de ser considerado como un alimento muy nutritivo para cualquier hora de comer.

Para que en casa puedan disfrutar de estos sabores mexicanos les dejo la receta de mi tradicional torta de jamón, la que a veces hago tipo gourmet cambiando el jamón por serrano, el queso por uno más fuerte como el cheddar o simplemente combinando distintos tipos de queso. Por supuesto, también pueden realizar una versión chilena que queda deliciosa, la pueden hacer con los panes tostados y cambiar el jamón por pernil desmenuzado o mechada. La versatilidad de este platillo es grandiosa, no olviden sus frijoles y el jalapeño, así que ¡bon appétit!

Torta de jamón

Personas|2

  1. 2 piezas frescas de Bolillo o Telera (pueden usar marraqueta o pan francés dividida en dos partes)
  2. 2 rebanadas grandes de jamón (al gusto, puede ser pierna de cerdo, York, pechuga de pavo, etc.)
  3. 4 rebanadas medianas de queso panela (quesillo)
  4. 4 cucharadas de frijoles refritos
  5. 2 cucharadas de mayonesa
  6. 1 tomate mediano en rebanadas
  7. 1 palta mediana en rebanadas
  8. 2 hojas de lechuga
  9. ají jalapeño en escabeche (opcional)

Cómo preparar la torta de jamón

Partir las piezas de pan por la mitad, quitar los corazones del pan y untar la base con los frijoles y la tapa con mayonesa. En la base colocar el jamón, luego el queso, rebanadas de tomate, palta, trocitos de ají y finalmente la lechuga. Tapar y ¡a comer!

Nota: Los frijoles refritos los pueden preparar con porotos negros o bayos previamente cocidos, los cuales se sofríen en un poco de manteca (idealmente), ajo y cebolla, junto con un poco de caldo de la misma cocción de los porotos, éstos se van aplastando hasta que queden cremosos y también se pueden licuar, por último rectificar la sal. Si quieren ahorrarse lo anterior ya los pueden encontrar en el supermercado, al igual que las rajas de jalapeño en conserva o escabeche.

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