Entre los varios rubros que cubre la Reforma Fiscal, el impuesto al refresco ha sido vista con buenos ojos. El Gobierno Federal ha recibido aplausos y palmaditas en la espalda por su declaración de guerra al mayor vicio en la población. La cantidad de azúcar en los refrescos ha dejado enfermedades graves, diabetes y obesidad, problemas de salud que se deben combatir con mano firme. ¿La solución esta en una subida de precios?
Mike Bloomberg, alcalde de la ciudad de Nueva York, respalda la propuesta del presidente Enrique Peña Nieto; gravar un peso por cada litro de refresco, en un país que consume 12 mil millones de litros al año. Así es, 12 mil millones de pesos que llegarán a Hacienda en un año.
Thanks to Mexican President Enrique Peña Nieto for taking action on the obesity epidemic & supporting a new tax on sugary drinks. cc: @EPN
— Mike Bloomberg (@MikeBloomberg) September 10, 2013
Distintas Organizaciones No Gubernamentales también se han pronunciado a favor de la reforma contra las bebidas azucaradas. De hecho la Organización Mundial de la Salud (OMS) apoyó el mes pasado la propuesta de México y sugirió un aumento de hasta 20% sobre el costo de las bebidas.
Por su parte la Organización Panamericana de la Salud (OPS) califica esta ley como “muy lógica”; no sólo salvaría vidas, sino revertiría la pobreza generada al padecer enfermedades relacionadas con el sobrepeso y la obesidad. Se espera el dinero recaudado se utilizado para instalar bebedores en escuelas, recalcando la importancia del consumo de agua en la población.
Lo interesante de esta declaración de guerra contra los refrescos será ver si el vicio será disminuido. ¿Realmente el mexicano promedio dejará de tomar refresco o bajará su consumo por un peso más? Como ocurre con el cigarro, esos vicios son difíciles de soltar. Aquella persona que fuma, paga sus 40 pesos la cajetilla (o más si es en un establecimiento nice) y sale de los edificios cerrados para echarse su cigarrito. Con el refresco, el escenario será el mismo. ¿No lo creen?
Será interesante ver el resultado. Por lo pronto ese es un aspecto positivo de la Reforma Fiscal, que incluye otros temas preocupantes. Pero esa es otra historia.
Foto: Esparta Palma (Flickr) / (cc) by